Férreo gobierno corporativo

La Fundación para las Microfinanzas BBVA es plenamente consciente de la importancia de gobernar las entidades en las que participa con las mejores prácticas de Gobierno Corporativo. Para conseguirlo, ha definido un cuerpo legal de autorregulación firme, riguroso y exigente, que se actualiza permanentemente.

La Fundación considera que solo de esta manera, las entidades pueden ser sostenibles y orientar todos sus recursos a la consecución de la misión común definida en todas las entidades del Grupo. Adicionalmente es un principio asumido, que la transparencia en la gestión y el buen gobierno, estimulan al personal y directivos de las entidades a imaginar, percibir y crear ideas para impulsar el desarrollo económico de los clientes, que es el eje central de su misión.

La Fundación concibe esta responsabilidad como un compromiso integral de calidad de atención y de aportación del máximo valor posible a todos sus grupos de interés, escuchando y tratando de dar la mejor respuesta a sus expectativas, respetando escrupulosamente la legalidad, y estableciendo rigurosos niveles de integridad, ética y transparencia. Un compromiso que atiende a todas las vertientes de la actividad (legal, económica, humana, social y ambiental) y que se identifica con la aspiración a la excelencia en todas sus actuaciones.

A la luz de lo anterior, la Fundación Microfinanzas BBVA aporta a las entidades microfinancieras que forman su Grupo, un Código de Gobierno Corporativo y un Código de Conducta con el fin de crear una cultura común y un marco homogéneo de trabajo entre todas sus entidades, sin detrimento de la identidad propia de cada institución.

El Código de Gobierno Corporativo contiene una serie de buenas prácticas, normas y principios que la Fundación, de acuerdo con los estándares y las buenas prácticas generalmente aceptados a nivel internacional, considera deseables para el buen gobierno del Grupo y de cada entidad.

Por su parte, el Código de Conducta es una herramienta compartida por la Fundación y sus entidades y supone el compromiso explícito de éstas con la integridad y la ética profesional. Se trata de una herramienta que sirve de marco de referencia dirigido a promover y garantizar los comportamientos que toda institución financiera precisa para preservar el desempeño profesional más recto y honesto.