Educación como garantía de futuro

Esta historia trata de un servicio tan básico como necesario, pero que en algunas zonas del mundo, sigue estando solo al alcance de unos pocos. Hablamos de educación.

En la ciudad de La Dorada, Colombia, vive una mujer fuerte, trabajadora y perseverante. Rosalbina Álvarez es madre de dos hijas a las que ha sacado adelante vendiendo productos por catálogo. Un oficio en el que la acompañan más de 40 mujeres a las que ella misma dirige.

 

Hace 9 años pasó a formar parte de la entidad colombiana de la Fundación Microfinanzas BBVA y desde entonces, poco a poco, ha ido cumpliendo sus propósitos. “Por razones de la vida, Dios puso un ángel en mí. Ese ángel venía directamente de Bancamía. Me explicó cómo era el procedimiento para hacer un crédito”, afirma. Con los microcréditos que le ha ido entregando la entidad, ha logrado cambiar el presente y el futuro de sus hijas, dándoles la oportunidad de hacer algo que ella nunca pudo: estudiar. Por ello, siempre ha tratado de buscar lo mejor para sus niñas, “que tengan para estudiar, que no tengan que contar monedas para sobrevivir”. Ese objetivo hoy es una realidad, porque ambas han completado sus estudios y ya están trabajando. La mayor es odontóloga en Medellín y la menor, que es madre soltera y vive con Rosalbina, trabaja como auxiliar de odontología en un consultorio de su localidad.

“La mayor riqueza que uno le puede dejar a sus hijos es la educación. Que mis hijas sean profesionales, eso no tiene palabras. Eso es como una herencia que uno les deja. Eso es un orgullo, es como la culminación de muchas esfuerzos”, explica. A pesar de todos los logros obtenidos, Rosalbina sigue pensando en grande y aspirando a más, con la mirada puesta en que su hija menor consiga ser también odontóloga profesional, para que así, el día de mañana, pueda acceder a un trabajo con mejores condiciones.

Historias como la de Rosalbina son las que hacen visible la contribución de la FMBBVA hacia la consecución del ODS 4 de Naciones Unidas. Un objetivo que persigue garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje para todos.

Rosalbina, un referente para sus vecinas

Esta emprendedora es hoy una pieza clave en su comunidad. Desde que se unió a Bancamía, además de apoyo económico, ha recibido capacitación financiera. Una formación que luego traslada al grupo de mujeres que lidera en su localidad, para que como ella, puedan mejorar su vida y la de los suyos. “Yo digo a mis señoras que la única forma de tener unos hijos ‘sólidos’ es educándolos, ¿cómo?, trabajando para poder sacarlos adelante”, explica.

Por todos estos consejos y el apoyo que da a sus vecinas, Rosalbina se ha convertido en un referente en la zona. Ella se define como una mujer que persigue que todos los niños tengan acceso a una educación, y para conseguirlo, anima a estas mujeres a trabajar, “ser constantes” y “no estar sometidas al marido”. Porque sabe que la educación es una garantía de futuro, y ese es el mensaje que quiere transmitir y que transmitirá siempre a quienes la rodeen.

 

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Laura G. Sáez, Comunicación FMBBVA

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