Emprender en pareja: ¿más pros que contras?

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Emprender en pareja es el resultado de tomar la decisión de unir recursos como tiempo, dinero, talentos, esfuerzo, visión y propósitos con el objetivo de alcanzar un bienestar común en todas las áreas e implica una serie de exigencias y valores en común para que el negocio fluya con armonía y objetividad”. Es lo que cuenta Vivian Reyes, mentora de negocios con propósito y fundadora de la escuela Emprende con Éxito en un artículo que respondía a varias consultas que le habían hecho por redes sociales. 

La realidad es que cada pareja es un mundo y, muchas veces, no hay otra opción que la de trabajar juntos. Sin embargo, emprender en equipo, o en pareja, además de sus riesgos, puede tener sus ventajas:   

Juan y Graciela, emprendedores peruanos (criadero de truchas)

Juan y Graciela, emprendedores peruanos (criadero de truchas)

Permite, por ejemplo, encontrar sinergias entre los talentos de cada miembro y repartir el trabajo. Es el caso de Juan Cruz y Graciela Velásquez. Ambos montaron un criadero de truchas a 3.812 metros de altitud, en el Lago Titicaca. Desde el año 2020, cuentan con el apoyo de Financiera Confianza, la entidad peruana de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA). Al mismo tiempo que surcan el lago navegable más alto del mundo, timonean su emprendimiento. El matrimonio se divide las tareas de gestión del negocio: Juan se encarga de la producción y Graciela de la venta del producto en los mercados locales. Empezaron trabajando únicamente los dos, y a día de hoy dan empleo a nueve trabajadores. Con los préstamos recibidos, han mejorado la infraestructura de su negocio y reformado su hogar.

Emprender en pareja implica una serie de exigencias y valores en común para que el negocio fluya con armonía y objetividad

Además, contar con un socio facilita la lluvia de ideas y la detección de aspectos que mejorar en un negocio aunque ninguno de los dos cuente con experiencia previa como emprendedor. Ese fue el caso de Feddy, un taxista que dejó su trabajo para dedicarse con Vanessa, su compañera de vida,  a la venta de pizza. Comenzaron vendiendo en la puerta de la iglesia de su comunidad y juntos crearon “Los Masitos”, un pequeño puesto de comida. Vanessa cocinaba y Freddy se encargaba del reparto a domicilio hasta que encontraron un local en donde abrir su propia pizzería. Gracias a su esfuerzo y al apoyo de Fondo Esperanza, entidad chilena de la FMBBVA, han alquilado un local en su barrio, Bajos de Mena, donde han abierto un restaurante con una cocina más grande y una sala más amplia para atender a más clientes.

Emprender les ha permitido progresar y contribuir al desarrollo de uno de los barrios más vulnerables de la periferia de Santiago de Chile. Además, su relación también ha mejorado porque ambos se han empoderado y se sienten orgullosos de este proyecto a medias que emprendieron. 

Freddy y Vanessa, emprendedores chilenos (pizzería y tienda)

Por último, trabajar con un propósito común puede ser además de rentable, reconfortante. Dionilda y su esposo Gregori pasaron tres años ayudando a su suegro a reciclar cajas de cartón vacías para venderlas antes de decidirse a abrir su propio negocio. Una vecina les cedió una caseta vacía y de esta forma crearon su empresa:  “Solución y reciclaje M&M”. Ambos reconocen que los comienzos fueron duros: tuvieron que hacer muchos sacrificios. Gregori se levantaba a las 2 de la madrugada para trabajar en el mercado y conseguir ingresos adicionales con los que mantener a la familia hasta que el negocio empezó a dar sus frutos. Sin embargo, ninguno de los dos tiró la toalla. Su compromiso con el reciclaje era más fuerte que las calamidades que atravesaron.

Gracias a su determinación, sus deseos de prosperar y al apoyo de Banco Adopem, esta pareja dominicana tiene actualmente una casa propia, paga la educación de sus hijos y son dueños de una nave de 400 metros donde está ubicado su negocio. Dionilda es la supervisora del almacén de reciclaje, sus hijos son choferes en la empresa y su esposo se encarga de la relación con los clientes. Cuentan con 20 empleados trabajando en los diferentes procesos de reciclaje y son una de las empresas en República Dominicana nominadas a los premios BCIE Solidarios 2023. 

Dionilda, de República Dominicana, en su nave de reciclaje

¿Emprender en pareja sí o no?

El esfuerzo, la motivación y el trabajo duro son inherentes a la creación de un negocio. Sin embargo emprender es la única forma de obtener ingresos para más de tres millones de personas vulnerables a los que atiende la FMBBVA en América Latina.

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