“Los de Financiera Confianza son lo máximo, creyeron en mí”

En la ciudad peruana de Pisac, Carlos Romero dedica su día a día a la siembra de maíz y a la cría de ganado. Aunque lleva 30 años trabajando en el campo, las cosas no siempre le han ido bien. Un amigo le recomendó Financiera Confianza, donde encontró la ayuda que necesitaba.

Inicialmente sólo tenía un tractor para trabajar, pero con los préstamos que le concedió la entidad, pudo comprar un arado, una surcadora y una cultivadora que le facilitarle las tareas agrícolas.

Así, su vida ha cambiado por completo. Su economía ha mejorado y ha logrado sacar adelante su negocio, su casa y lo más importante, su familia. Junto a su esposa, vende los productos dentro y fuera de Perú. “Mi proyecto es trabajar un poco más en grande, con más hectáreas, comprando a otros agricultores y seguir exportando maíz a Japón y a España”, afirma.

Este emprendedor sueña con que su negocio crezca y poder dar a sus hijos y nietos la oportunidad de acceder a la universidad. Agradece a Financiera Confianza el enorme apoyo que ha obtenido desde el principio. También al asesor que les atiende, a quien considera “más que un amigo” y en quien depositó su confianza, construyendo así un camino hacia el progreso que han recorrido juntos. “Para mí, son lo máximo porque creyeron en mí”, asegura el emprendedor orgulloso de sus logros.

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