El 51% de los clientes proceden del sector rural, donde el sistema financiero convencional no tiene apenas presencia, quedando su población desatendida y sin oportunidades de progreso

Regresamos a cifras inquietantes: por cada 100 colombianos, 33 se encuentran en situación de pobreza, siendo el porcentaje del 47% si fijamos el foco en las zonas rurales. Y entre los más necesitados el 53% son mujeres y el 42,2% niños.

Estos datos unidos a otros factores de vulnerabilidad como el acceso a la vivienda, a la salud, a los combustibles e incluso el agua, pero entre los que sobresale como brecha de diferenciación el nivel educativo, muestran un retrato preocupante de una parte importante de la población que además, y centrándonos en el terreno que es objeto de la Fundación Microfinanzas BBVA, encuentra enormes dificultades para acceder al sistema financiero y encontrar así una vía para mejorar su vida.

Sólo el 6,9% de los adultos del país utilizan las cuentas bancarias para realizar actividades productivas, ratio que disminuye al 4,3% en el caso de las mujeres y se eleva al 9,7% en el sector masculino. La situación tampoco es especialmente halagüeña si se examina el uso que se hace de los productos financieros. Del 33,8% de personas adultas que recibieron un crédito el año pasado, solo el 11,9% partió del sistema financiero, siendo familiares, amigos o prestamistas la fuente más utilizada. Y aunque el 32,8% manifiesta haber ahorrado durante 2013, apenas un 9,2% lo realizaron a través del sistema bancario. En este escenario, con un largo camino todavía por recorrer, se desarrolla la actividad de Bancamía en Colombia.