decidieron luchar por hacer un producto propio y aprendieron rápido de sus errores hasta crear 'Lujar Sport'. Un nombre grande para un negocio pequeño de sandalias que diseñan, fabrican y venden

Lucelly Patiño
un motor para mover su mundo

Lucelly y su marido, Jari, trabajan en un taller-local de tres por tres en el barrio de Santo Domingo en Medellín. Ellos decidieron luchar por hacer un producto propio y aprendiendo rápido de sus errores han creado Lujar Sport. Un nombre grande para un negocio pequeño de sandalias que diseñan, fabrican y venden. Para pasar de las chanclas de espuma a modelos con más presencia y de más precio necesitaban una máquina de coser y la primera compra de materia prima. 225 dólares que solicitaron a Bancamía lo consiguieron. Un nuevo préstamo de 1.700 dólares que pidieron hace un año puede significar el impulso necesario para hacer crecer un negocio del que son operarios, gerentes y comerciales y que se desarrolla en un local diminuto en el que conviven la Singer, la pulidora, una pequeña estufa eléctrica en la que Lucelly cocina todos los días, una fotocopiadora y un par de móviles que permiten vender minutos a los vecinos y redondear la economía de la familia.

Lucelly Patiño