Hernán Chaparro
Los sueños cumplidos

Hernán es campesino y vive en Villanueva, en el departamento de Santander. Un duro invierno acabó con su cosecha de patilla o sandía y su vida tembló un poco más de lo habitual. Un yerno le habló de Bancamía y con la incredulidad del que no tiene nada, poco tiempo después vio llegar a su finca a Óscar, uno de los asesores del banco en la zona. Con una motobomba y un torno como garantías, pidió un primer crédito, 734 dólares, y después otro que superaba por poco los 1.700. Callado en público, como la gente de campo acostumbrada a trabajar duro, se vuelve más locuaz cuando explica cómo con ese dinero logró hacer frente a las deudas generadas por la climatología adversa e incluso pudo comprar tres terneras y la parte alta de la finca que era de sus hermanos. Su as en la manga es levantarse todos los días a las 4:30 y continuar mientras el terreno lo exige. Ahora proyecta sembrar 1.000 palos de maracuyá y comprarse una camioneta para llevar la fruta fresca hasta el mercado de San Gil, donde puede venderla a mejor precio. Aún no sabe conducir pero está seguro que con la furgoneta en casa aprende en un día.

Hernán Chaparro