Apicultura en el desierto: un negocio sorprendente que prospera gracias a la tecnología

Pensar en abejas y flores es una combinación  lógica. Por eso sorprende ver que estos insectos pueden sobrevivir en mitad del desierto chileno de Atacama.

Allí, en Arica, muy cerca de la frontera con Perú, vive la emprendedora Edith Elgueta. Se dedica a la venta de miel y propóleo que sus abejas extraen de la flora nativa que crece gracias a acuíferos subterráneos. Impresiona ver las colmenas, colocadas entre enormes dunas de arena, en un paisaje casi lunar donde parece que no pueda haber vida, el zumbido de las abejas rompe el silencio.

Vivir en un desierto es un desafío porque tienes que aprender a vivir sin agua, a afrontar los cambios climáticos, a los cambios tan bruscos de temperatura entre la noche y el día. Pero para mí no es un problema: el desierto tiene riquezas de las que uno puede vivir”, explica Edith.

Las colmenas de Edith están en mitad del desierto chileno y desde allí dirige su negocio de venta de miel natural y propóleo

Las colmenas de Edith Elgueta están en mitad del desierto chileno y desde allí dirige su negocio de venta de miel natural y propóleo

Nunca pensó dedicarse a la apicultura. Pero un día decidió que no quería vivir en un entorno urbano con contaminación; vio una oportunidad de negocio y dejó su trabajo de funcionaria municipal para dedicarse a la cría de abejas  Así nació Colmenares Pío Martín.

La producción la miel, que recolecta según los ciclos lunares, es 100% natural y sin metales pesados. Ha ganado varios reconocimientos y certificaciones nacionales e internacionales y vende también para el extranjero. Se ha formado en naturopatía, terapia con imanes, radiestesia con péndulo, con la que dice restaura los campos electromagnéticos, homeopatía y alimentación saludable. Edith aplica estos tratamientos a sus clientes en un centro de terapia de medicina natural que ha instalado cerca de las colmenas.

Edith Elgueta compagina la producción de miel con tratamientos de naturopatía

Intenta que su negocio sea lo más sostenible posible: no usa productos químicos ni para ahuyentar a otros animales de las colmenas ni para limpiar sus herramientas, y sus clientes habituales le devuelven los envases de cristal tras consumir la miel. “Es un sistema de economía circular. Soy autosustentable y sostenible”, señala Edith.

Edith Elgueta, apicultora chilena FMBBVA, en un curso de formación digital

Edith Elgueta aprende finanzas y gestión empresarial en la plataforma online gratuita de Fondo Esperanza, entidad chilena FMBBVA, y lo hace desde su negocio

Tecnología para reducir barreras 

Vivir en el desierto supone renunciar a algunas cosas, pero la tecnología permite reducir las distancias para que Edith muestre al mundo sus productos gracias a internet y a las redes sociales. En esas latitudes la conectividad es imprescindible para relacionarse personal y comercialmente. Gracias a la conexión a internet hace cursos de gestión administrativa, control de stock o contabilidad. Se conecta a la plataforma formativa gratuita online que Fondo Esperanza, entidad chilena de la Fundación Microfinanzas BBVA, pone a disposición de los más de 112.000 emprendedores a los que atiende. 

La formación continua es uno de los pilares del servicio microfinanciero integral que ofrece la entidad. Los cursos en habilidades digitales son módulos específicos que mejoran la inclusión de los emprendedores en el mundo digital, que muchas veces les resulta desconocido. Cada emprendedor avanza en los contenidos formativos de manera personalizada y a su ritmo, según el tiempo del que dispone o de las necesidades de su negocio.

“El programa de formación es muy sencillo de usar y muy interactivo y tiene vídeos muy didácticos. Es importante saber de finanzas, contabilidad o precios de los productos. Y nos han enseñado a aprovechar las redes sociales. En pleno desierto me conecto con la tablet, gracias a una antena repetidora, desde mi casa o desde mi negocio. Hoy en día es importante invertir en tecnología. Estoy en una zona inhóspita, pero me conecto… y vendo y me conoce gente de todo el mundo”, cuenta Edith.

Para ella, el binomio tecnología y formación está siendo fundamental para hacer crecer su negocio, en clientes y en rendimiento. Tiene muchas ideas para seguir progresando y mantener su espíritu independiente: “Las mujeres deben cuidar su libertad y su independencia. Que no dependan de nadie, que dependan de ellas mismas”, asegura con determinación, la misma que le ha llevado a montar colmenas en el desierto cuando muy pocos se hubieran lanzado a esa aventura. 

Cristina González del Pino. Comunicación FMBBVA

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