Agricultura ecológica para progresar

Gabriela es universitaria y estudia la carrera en inglés. Lo ha conseguido gracias a su madre, Marcela, una mujer de 50 años que en los últimos siete ha cambiado su destino y el de los suyos. Ahora es independiente y cabeza de familia.

Marcela Aedo, emprendedora de Fondo Esperanza, con sus dos hijos

Hasta entonces, por muy temprano que se levantara o el empeño y sacrificio que le pusiera a la vida, no conseguía cambiar su trabajo, que le impedía pasar más tiempo en casa para cuidar de sus hijos y con el que no llegaba a fin de mes. Hacía años que vivía en el campo junto a su familia, pero no de él. Un día le regalaron colmenas y empezó a criar abejas. A causa de los pesticidas que se usan en el campo, la miel era escasa. Eso, unido al asma que padecen sus hijos, le llevó a apostar por la agricultura ecológica. En Chile, esta forma de cultivar la tierra representa solo el 0,1% de la producción agrícola, según el Instituto Europeo de Investigación de la Agricultura Orgánica (FiBL).

Sin el empeño de Marcela por formarse y crecer, su hija mayor no estaría en la universidad, los pequeños en la escuela ni ella dirigiendo su vida. Primero como apicultora y después, cuando decidió diversificar sus emprendimientos con el apoyo de un banco comunal de la Fundación en Chile. Allí, ha logrado formarse en la Escuela de Emprendimiento para sacar otros negocios adelante, y reforzar su autoestima al comprobar que con su esfuerzo ha sido capaz de cambiar su porvenir y el de su familia.

«Para mi y mi familia ha sido muy importante el apoyo de Fondo Esperanza. Nos ha permitido realizar nuestro sueño y mejorar nuestra calidad de vida», afirma esta emprendedora de la entidad chilena de la Fundación Microfinanzas BBVA.

En el mundo hay muchas Marcelas que contribuyen a que se cumplan algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que quieren transformar el planeta. Ejemplos de cómo nuestros emprendedores se convierten en artífices de ese mundo mejor al que pretendemos llegar en 2030.

HISTORIAS DE VIDA