Vivir en un entorno rural y con acceso limitado a la tecnología. Son dos barreras a las que se enfrentan muchas mujeres en Latinoamérica, y un freno a su desarrollo personal, social y económico.
El municipio colombiano de Dabeiba cuenta con menos de 20.000 habitantes. Está ubicado a más de cien kilómetros de Medellín y a unos 350 de la capital. Llegar hasta la vereda Los Naranjos, donde vive Luz Nelsy Rodríguez, no es sencillo. Sin embargo, para ella la distancia no es un problema. Gracias a una app instalada en su teléfono móvil puede hacer transferencias y pagar las cuotas de los servicios públicos o las de su crédito.
Banca Móvil es un canal que Bancamía, la entidad colombiana de la Fundación Microfinanzas BBVA, pone a disposición de sus clientes para que realicen estas operaciones, sin ningún coste, y de manera segura. Es un paso más para promover la inclusión financiera y el uso de la tecnología entre las poblaciones vulnerables y más alejadas del país.
Gracias a la aplicación puedo pagar los servicios desde mi finca, hacer transferencias a otro banco o mirar datos de mi crédito y pagar las cuotas
Luz Nelsy Rodríguez utiliza la app para realizar pagos y gestiones de su crédito desde su finca
Luz Nelsy la utiliza desde hace casi un año para agilizar sus operaciones financieras. Llegar hasta la sucursal para realizar alguna gestión le suponía más de media hora de trayecto en mototaxi, que le costaba unos 15.000 pesos (unos cuatro euros). La app le permite ahorrar tiempo y dinero, que puede dedicar a mejorar la producción de sus cultivos.
“Gracias a la aplicación puedo pagar los servicios desde mi finca, hacer transferencias a otro banco o para que mi hija pague la universidad, mirar datos de mi crédito y pagar las cuotas”, explica esta emprendedora, de 46 años, desde el jardín de su finca donde cultiva, junto a su hermano, árboles frutales, frijol y cacao.
Banca relacional: el modelo de la FMBBVA
En el sector de las microfinanzas, la relación personal con el emprendedor también es clave para ofrecerle los productos y servicios más adecuados a sus necesidades y a las de su negocio. Esta relación la llevan a cabo los asesores, una figura clave que se ha mantenido activa, incluso durante la pandemia.
El asesor de Bancamía visita a Luz Nelsy en su finca
Como Diego Betancurt, que llega caminando, cruzando la vereda, hasta la finca de Luz Nelsy. En sus visitas, Diego soluciona las dudas que pueda tener sobre sus créditos o sobre el uso de la app. Esta emprendedora ya ha obtenido cuatro préstamos para la compra de abonos, fumigaciones e insumos. “La población rural, especialmente las mujeres, luchadoras, debemos aprovechar esos recursos que nos ofrece la tecnología para salir adelante”, afirma Luz Nelsy.
“Bancamía me ha apoyado con varios créditos. En poco tiempo tenía la plata en la mano y empecé a trabajar. Hemos tenido todo el respaldo para la producción”. Gracias a los cultivos de su finca ha sacado adelante sola a sus dos hijas. La mayor, de 24 años, está a punto de graduarse en Psicología, y la pequeña, de 14, estudia Bachillerato.
“Admiro de mi madre el perrenque (energía) que tiene, como mujer paisa (de Antioquía), que nos ha inculcado a mi hermana y a mí. Y esa motivación por el campo y los cultivos”, explica la hija mayor. Y Luz Nelsy concluye: “El campo nos lo ha dado todo: somos lo que somos gracias al campo”.
Ella es un ejemplo de la necesidad de apoyar el progreso del mundo rural y de cómo, gracias a la tecnología, la distancia ya no es una barrera.
Cristina González del Pino, Comunicación FMBBVA
