Seguir la tradición familiar, una oportunidad de emprender para las mujeres en América Latina

Elizabeth y María Pilar son dos emprendedoras de República Dominicana que han continuado con la tradición familiar. Muchas mujeres en América Latina heredan negocios tradicionales que han permitido mantener a sus familias durante varias generaciones.

En el municipio dominicano de Calabazas, en la provincia de Peravia, se encuentra la finca de Elizabeth Santos, una ganadera que se dedica a la cría de ovejos (carneros) y chivos. Las características del terreno y el clima tropical son muy adecuados para estos animales, y en la zona hay muchas explotaciones agrarias similares. La agricultura y la ganadería son las principales fuentes económicas de esa comunidad, donde hay pocas oportunidades de empleo.

La familia del marido de Elizabeth es de tradición ganadera, y ellos han continuado con la cría. Actualmente tienen cerca de 35 chivos y ovejos, entre los que ya tenía su marido y los que ella ha ido adquiriendo. Elizabeth es clienta de Banco Adopem, la entidad dominicana de la Fundación Microfinanzas BBVA, y ha solicitado tres microcréditos para ampliar su rebaño.

La principal fuente de ingresos de Elizabeth procede de la venta de los chivos para el consumo o para la cría, que complementa vendiendo el abono a productores de cultivos orgánicos, con lo que contribuye a la sostenibilidad medioambiental. Ella se encarga de vacunar, lavar y cuidar a los animales cuando enferman. Entre sus planes de futuro está comprar un terreno cerca de la carretera para tener un puesto de venta de carne y otros derivados, como leche y queso. Con esas actividades cubre los gastos de alimentación de su familia y la educación de sus hijos, de 17 y 11 años.

ganadera dominicana FMBBVA

Elizabeth Santos, ganadera dominicana FMBBVA, también vende estiércol a productores ecológicos

La pandemia ha impactado a su comunidad, pese a estar tan aislada. Elizabeth ha tenido que dedicar tiempo a ayudar a sus hijos con las clases virtuales. “Esto ha sido algo completamente nuevo para mí, tuve que adquirir un plan de internet para ayudarles con los deberes escolares y se los mandada por WhatsApp a la profesora”, explica.

Un negocio familiar de varias generaciones

María Pilar Serra también es clienta de Banco Adopem, y también ha seguido la tradición del negocio familiar. En su caso, la fabricación artesanal de casabe, una torta a base de pulpa de yuca tan típica de la cocina dominicana que hasta la web oficial del Ministerio de la Presidencia le dedica un apartado a este plato de raíces indígenas taínas y arawacas, que se remonta a los tiempos prehispánicos anteriores a la conquista española.

Durante generaciones, la familia de María Pilar se ha dedicado a la elaboración de este alimento, manteniendo su esencia artesanal, con herramientas rudimentarias. Actualmente esas tradiciones se van perdiendo debido a la industrialización y al desarrollo de las tecnologías. Sin embargo, María Pilar mantiene ese mismo sistema de fabricación desde que hace 46 años cogiera el testigo para llevar el negocio de su familia.

Aunque ya mucho antes, con tan solo diez años, tuvo que ayudar en el emprendimiento familiar, y no pudo ir al colegio. “Le lloraba a mi mamá para que me mandara a la escuela, y ella me decía que yo no podía ir porque tenía que hacer las tortas», cuenta esta emprendedora. Es probable que María Pilar sea la última generación del negocio porque ninguno de sus dos hijos quiere continuar.

emprendedora dominicana FMMBVA elaboración casabe

María Pilar Serra, emprendedora dominicana FMBBVA, elabora artesanalmente tortas de yuca

Su marido le ayuda en el proceso, encargándose de pelar y rayar la yuca y extraer el almidón.  Con la harina obtenida tras ese proceso, ella elabora las tortas en el burén (plancha o cazoleta plana, generalmente de barro cocido) donde se suele preparar el casabe. Es una tarea difícil que les obliga a madrugar: a las dos de la madrugada ya están preparando la harina de yuca para atender los pedidos. Elaboran casabe natural y de ajo, maní y coco. Su mayor época de producción son las fiestas navideñas.

Los negocios familiares tienen un destacado papel en las economías mundiales. Cada generación ve como suyo lo que sus antepasados construyeron con esfuerzo. Apoyar este tipo de emprendimientos permite mantener vivos la tradición y el conocimiento, que se transmite de padres a hijos.

 

 

 

 

 

 

Cristina González del Pino. Comunicación FMBBVA

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