Uno fácilmente puede imaginarse como es el día a día de Roda Body Art, un estudio de decoración corporal en el municipio de Puerto Montt, situado en la región chilena de Los Lagos. Su página web, su perfil de Facebook o Instagram trasladan a todo aquel que los visite a este pequeño local con vistas al mar. Casi se puede sentir a través de sus fotos el nerviosismo de los primerizos en tatuajes y piercings y la veteranía de otros, tranquilamente hablando con los tatuadores eligiendo su próximo diseño. Seguro que tampoco es extraño encontrarse con algún curioso delante del ventanal, boquiabierto mientras observa cómo las personas se cubren de dibujos y perforaciones.
10 años lleva ya este negocio, y no solo ha sumado clientes, sino también anécdotas. Por ejemplo, René Vargas, dueño del local, cuenta que una vez le sorprendió la llegada de una señora mayor acompañada por su vecina porque su hijo opinaba que ‘era muy vieja para hacerse un piercing’. René quiso ocuparse personalmente de su petición y le puso unos pendientes de flores.
Este emprendedor de Fondo Esperanza (FE) no siempre ha trabajado en este ámbito. Empezó con un puesto de artesanía donde vendía tejidos y gorros de lana, entre otras cosas, con el apoyo de la entidad chilena de la Fundación Microfinanzas BBVA. La conoció a través de dos asesores de crédito que le contaron la metodología de banca comunal, y la sencillez del proceso le convenció para solicitar un crédito.
Con el paso del tiempo, se lanzó a ofrecer servicios de perforación corporal y a vender bisutería. Más adelante, por petición de sus clientes, se abrió a la posibilidad de hacer tatuajes. Dice que lo que más le gusta de su actual trabajo es el vínculo que crea con las personas que se acercan a Roda Body Art. Un proyecto que no podría haber hecho realidad sin el impulso de su banca comunal “Imperio Contraataca”.
Hoy, ya cuenta con una amplia y reconocida trayectoria en la región de Los Lagos. Una experiencia que le ha llevado hasta un seminario impartido por FE y la Universidad San Sebastián, al que fue invitado para compartir su historia de vida. Allí contó el crecimiento que ha tenido gracias a Fondo Esperanza: “Se nota la importancia del apoyo financiero, pero también de los compañeros de mi Banco Comunal”.
Confiesa que el secreto de su éxito son la calidad y el trato a sus clientes. Todos en el estudio siempre se están capacitando, poniéndose al día con las últimas tendencias del sector, además de disponer de materiales de la mejor calidad (bisutería, tinta, etc). Afirma que el número de clientes fidelizados es un reflejo de su buen desempeño. Ahora, cabe preguntarse: ¿volverá la señora de los pendientes de flores?
