Adriana y Francisco comenzaron con un pequeño huerto y en la actualidad tienen cuatro hectáreas donde, además de frambuesas, plantan morones, una especie de la familia de la mora. Sus compradores son las grandes empresas exportadoras y sus ingresos los complementan con la venta de la frambuesa de menos calidad a pequeños vendedores ambulantes.
Ambos estaban convencidos de que su futuro estaba en la producción de frambuesas, pero para hacer realidad su objetivo necesitaban un respaldo económico que en un primer momento les permitiera arrancar su negocio y que posteriormente les reforzara en su crecimiento empresarial. Fue entonces cuando acudieron a Emprende Microfinanzas. Francisco venció sus iniciales reticencias a contratar “esta cosa de los créditos” animado por la firmeza de Adriana, que tenía claro que “sin préstamos es poco lo que se puede crecer en los negocios”. Su primer crédito fue de 150 USD (141€) y en la actualidad, gracias a los cinco préstamos que les ha concedido la entidad, han podido arrendar más terrenos para sus plantaciones y adquirir una camioneta de segunda mano que les permite llevar la mercancía a sus clientes.
Adriana agradece poder trabajar en familia y, especialmente, está feliz de comprobar que su esfuerzo ha sido recompensado, agradecida por la oportunidad de emprender con el respaldo de una institución que confió en ellos y en sus frambuesas, para llegar al éxito personal y profesional.
