“Yo estaba decaído hasta que saqué el primer préstamo
y fue ahí cuando me compré mi carrito. De ahí en adelante
estoy marchando bien.”

Mauricio Sócimo
De la montaña al mercado

Mauricio Sócimo Olivares nació en la parcela en la que su padre cultivaba piña y café, a una hora de la pequeña ciudad de La Merced en la selva central de Perú. Desde pequeño ayudó en las labores agrícolas y cuando heredó la tierra siguió sacando adelante los cultivos, especialmente piñas. Tiene cinco hijos y todos conocen los secretos del suelo que les da de comer. Financiera Confianza fue la entidad que confió en su esfuerzo y le prestó el primer dinero para poder comprar un vehículo con el que transportar sus piñas desde la montaña hasta el mercado de La Merced. Lo que ahorró en costes ha hecho crecer su modesto negocio y ahora también planta granadilla, que espera poder vender pronto. Su asesor financiero, Abel, explica que su casa no tiene ni calle, ni número; no hay caminos asfaltados. Simplemente “se sabe llegar”. Mauricio relata con una sonrisa que “el crédito le cambio el ánimo. Desde que compré mi carrito, estoy marchando bien”.

Mauricio Sócimo