Una prioridad que ha ido marcando el camino que ha recorrido la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) a lo largo de los años ha sido empoderar a las mujeres. Un esfuerzo que ha sido reconocido recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) al considerarla como la primera fundación del mundo en contribución al desarrollo para la igualdad de género; la mayoría de los 2,8 millones de emprendedores con pequeños negocios a los que atiende la Fundación, un 57% (1,6 millones), son mujeres.
La estrategia de Mujer se ha ido implantando y retroalimentándo con las distintas y enriquecedoras experiencias de las cinco entidades de la Fundación (en Colombia, Perú, República Dominicana, Chile y Panamá) durante todo este tiempo. Hoy los resultados son evidentes y se han podido contar en el mes de marzo a través de diferentes actividades en torno a los desafíos y la situación de las mujeres en la región.
Las microfinanzas constituyen una herramienta que favorece el desarrollo sostenible e inclusivo de las personas más vulnerables
La responsable de Sostenibilidad y Empoderamiento de la Mujer de la FMBBVA, Laura Fernández Lord, ha destacado durante su participación en estos encuentros, que “las microfinanzas constituyen una herramienta que favorece el desarrollo sostenible e inclusivo de las personas más vulnerables. Pero surge la necesidad de generar mayores capacidades para que las mujeres puedan contribuir plenamente al logro de los objetivos de lucha contra el cambio climático, ya sea por su gestión de los territorios o su mayor presencia en órganos de decisión y liderazgo”.
Gabriela Morán, agricultora panameña FMBBVA
Un mensaje que también ha expuesto durante su intervención en el mayor encuentro internacional sobre Mujer que se celebra cada año: la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66) de las Naciones Unidas y en el Gender Equity + Financial Inclusion organizado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) y Kiva.
Equidad, Diversidad e Inclusión
“Abordar problemáticas y crear soluciones en torno a la equidad, la diversidad y la inclusión” es una de las prioridades de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) y también la de sus cinco entidades en Latinoamérica, en palabras de Ángela María Panqueva, directora de Equidad e Inclusión de Bancamía.
Abordar problemáticas y crear soluciones en torno a la equidad, la diversidad y la inclusión, prioridades de la FMBBVA
La entidad colombiana de la FMBBVA celebra desde hace dos años la Semana de la Equidad, “un espacio de cultura y aprendizaje” para tratar los desafíos que afrontan las mujeres tras el impacto de la pandemia, impulsar el empoderamiento económico de las microempresarias, desde lo social, económico y medioambiental y los nuevos retos del cambio climático.
Este año, con un panel sobre Mujer y Sostenibilidad, el papel de las Microfinanzas Verdes, en el que participaron representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Ministerio de Agricultura colombiano, la vicepresidenta para el Desarrollo Productivo de Clientes de Bancamía y la emprendedora Ángela Vargas Salazar.
Un ejemplo de los logros y desafíos que se han puesto sobre la mesa es Ángela Zapata Pineda, una agricultora colombiana de 35 años, madre de dos hijos y cabeza de familia, que se dedica al cultivo de la fresa en el municipio de Sibaté (Cundinamarca). Desde que empezó con su negocio se dio cuenta de que necesitaba mucha agua y empezó a averiguar cómo ahorrar y prepararse para tiempos de sequía. De esta forma descubrió el riego por goteo, una medida de adaptación al cambio climático que pudo implementar con la financiación de Bancamía.
Ángela Zapata, agricultora colombiana FMBBVA, con asesor de Bancamía
Adelina de León, clienta de la entidad de la Fundación en Panamá, Microserfin, es otro ejemplo de cómo se logran los sueños personales y familiares combinando el esfuerzo y la pasión en un proyecto de vida. Cuando se dió cuenta de que su trabajo en un almacén no era suficiente para sacar adelante a sus tres hijos, aprendió a hacer cerámica.
“Empecé vendiendo todo tipo de cerámica. Cuando salía del trabajo ponía una mesita con mis productos. También tenía una máquina sencilla de hierro con la que empecé a coser y a hacer ropa de nuestro folclore”, recuerda la microempresaria.
Ahora lleva más de 30 años promoviendo la cultura panameña a través de la venta en su negocio de artesanías, vestimenta típica de las diferentes regiones del país, y todo tipo de souvenirs representativos de la tierra canalera.
Adelina de León, emprendedora panameña de Microserfin (FMBBVA)
Para Adelina ser madre y microempresaria no ha sido fácil. A pesar de todo, sus hijos fueron el motor para seguir adelante. Gracias a su esfuerzo y dedicación los tres pudieron estudiar con becas; hoy son todos profesionales y tienen sus propias familias.
Empoderar a las mujeres emprendedoras
Según Naciones Unidas, de los 1.300 millones de personas que viven en condiciones de pobreza en el mundo, el 70% son mujeres.
En América Latina, la desigualdad social, económica y laboral de las mujeres es una evidencia que se ha visto incrementada con la pandemia. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL), el 28,6% de las mujeres de la región no tiene ingresos propios. La tasa de participación laboral femenina cayó en 2020 hasta el 46% mientras que la de los hombres estaba en un 69%.
De los 1.300 millones de personas que viven en condiciones de pobreza en el mundo, el 70% son mujeres
Por su parte, el Banco Mundial asegura que en América Latina sólo el 49% de las mujeres tiene una cuenta bancaria, el 11% ahorra y el 10% dispone de crédito, lo que hace necesario poner a su alcance productos y servicios financieros, capacitación y herramientas que les permitan desarrollar las habilidades para tomar decisiones financieras informadas y responsables que contribuyan a su empoderamiento económico.
Con este objetivo, también la entidad peruana de la FMBBVA, Financiera Confianza, ha organizado estos días una serie de talleres virtuales enfocados en fortalecer habilidades blandas y conocimientos que permitan empoderar a las mujeres emprendedoras.
Johana Jurado, emprendedora peruana (Financiera Confianza)
Estos espacios contaron con el apoyo de expertos de entidades aliadas como el Ministerio de la Mujer, WOCCU y CARE Perú, centrados en la autoestima, corresponsabilidad, negociación y ahorro con enfoque de género, con una audiencia de 7.460 personas a través de Facebook Live.
Salir adelante a pesar de las dificultades
“Todas tenemos historias similares y podemos darle la vuelta al destino para lograr nuestras metas, porque cada caída es una oportunidad para aprender y seguir adelante”.
Mensajes como este se oyeron en Chile, en una charla motivacional que organizó la entidad de la FMBBVA en ese país, Fondo Esperanza, bajo el lema “Nunca más invisibles, emprendimientos con ojos de mujer”. Fue Carmen Gloria Arroyo, abogada y presentadora de televisión chilena, muy implicada en la defensa de los derechos de la mujer, quien animó con su testimonio a las asistentes a luchar por su futuro a pesar de las dificultades.
Gladys Chacana, emprendedora de Fondo Esperanza
También se organizó otra charla con motivo del Día Internacional de la Mujer en la entidad dominicana de la FMBBVA, Banco Adopem, enfocada en el tema “Liderazgo y empoderamiento económico de la mujer“, en la que participaron alrededor de 100 emprendedoras.as emprendedoras participaron en distintas dinámicas y comentaron los logros alcanzados.
Para las mujeres es un momento clave en la lucha por la igualdad, que debe impulsar el proceso de recuperación tras la pandemia, con la pobreza en su mayor nivel en décadas. También lo es para comprender y gestionar los riesgos del cambio climático, como ha señalado Naciones Unidas en este Día Internacional de la Mujer. Ellas tienen en general una mayor sensibilidad ante sus consecuencias, pero también están más expuestas, como guardianas de la tierra. La inclusión financiera es una oportunidad para la transformación no sólo personal, sino también familiar, y la reactivación de las economías locales.