Eco Bebé: Un ejemplo de innovación y creatividad en el vestuario para niños

Diariamente los emprendedores se arman de valor y deciden sacar adelante ese negocio que podría permitirles la independencia laboral y económica que tanto anhelan, pero ¿qué hace que un emprendimiento sea exitoso y pueda mantenerse en el tiempo? La innovación.

Lograr detectar una necesidad donde otros no pueden verla, reformular un producto ya creado, pero mejorando sus cualidades; proyectar a futuro un negocio que podría hacer eficiente algún proceso, llegar a un público nuevo, entre otros, son las claves para la rentabilidad de pequeños emprendimientos.

Las anteriores son guías, ya testadas por los más valientes, con la idea de no reiterar en un rubro específico ni ofrecer un producto que ya no sea novedad. En Fondo Esperanza, institución de desarrollo social, que es parte de la Fundación Microfinanzas BBVA, existe una pareja de microempresarios que son un ejemplo en su comunidad emprendedora. Nos referimos a Romina y su esposo Felipe, ambos oriundos de Lota, VIII Región de Chile.

Juntos dieron vida a la marca ‘Eco Bebé’, luego de evidenciar que podría ser una iniciativa que captaría la atención de nuevos clientes. ¿Cómo lo hicieron? Creando diseños en vestuario para bebés, con un concepto novedoso, cómodo y orgánico. La idea era que fuera lo menos perjudicial para los infantes y que, a la vez, presentara una propuesta atractiva, de calidad y a buen precio. “Empezamos con este proyecto cuando estábamos de novios. Como mi mamá tenía una máquina de coser en la casa y no la usaba, animé a mi esposa a que la aprendiera a utilizar para que pudiera hacer sus propias costuras y ganar algo de dinero”, relata Felipe.

Esta pareja quiso ir más allá y buscaron entregar utilidad y calidad. “Pensamos darle un valor agregado a las prendas que confeccionamos y por eso decidimos comprar algodón orgánico peruano, que es hipoalergénico, libre de pesticidas y químicos.  Con ese material hacemos enteritos, pantys, mitones y gorros para recién nacidos”, cuenta.

Felipe señala que ingresar a Fondo Esperanza (FE) ha contribuido mucho en su negocio. “Entré por la enseñanza que dan y por los créditos. Es obvio que se necesita el dinero, pero también es importante la educación y cursos que la institución pone a disposición. Incluso si estás casado o en pareja, las temáticas de género y roles aportan para que tu familia esté bien”, agrega.

Este emprendedor realizó su tesis sobre su experiencia como gestor de “Eco Bebé”, para obtener el título profesional de Administrador Público en el Centro de Formación Técnica (CFT) Lota – Arauco. En esa misma casa de estudios, recibió distinciones y felicitaciones por su aporte a la innovación en su rubro.

Entre sus desafíos a corto plazo, esta pareja pretende llegar con su tienda a otras ciudades como Chillán y Temuco, además de diseñar un sitio web y realizar publicidad en la zona.

Esta historia de emprendimiento demuestra que, si te lo propones, puedes crear un negocio que llame la atención, que te abra posibilidades a nuevos mercados y que, en definitiva, refirme que es factible trabajar de forma independiente para aportar al desarrollo económico de tu familia.

Carla Grandón, Comunicación de Fondo Esperanza

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