Martir Caballero
Una escuela que crece

Martir tenía un pequeño taller de herrería y su esposa cuidaba en su casa a algunos niños. El buen trato y el apoyo que recibían los pequeños fue corriendo de boca en boca y la cantidad de niños aumentó hasta que el espacio no permitió más. Los préstamos de Microserfin han permitido que poco a poco la familia haya creado una escuela primaria que además proporciona servicios de transporte a sus alumnos.

Martir Caballero