- Según el Banco Mundial, 3.082 millones de personas viven con menos de 4$ al día.
- La Fundación Microfinanzas BBVA apoya a emprendedores vulnerables en América Latina, que consiguen que sus ventas crezcan en promedio un 17% anual y sus activos un 25%.
3.082 millones de personas viven con menos de 4$ al día según el Banco Mundial, una cifra para la reflexión con motivo del Día Internacional de Erradicación de la Pobreza, que conmemora Naciones Unidas cada 17 de octubre.
Para ellos salir adelante cada día es un reto. Su iniciativa, ingenio y esfuerzo son vitales. Encontrar un empleo es una suerte al alcance de muy pocos en sus comunidades. Emprender es la única opción para muchos y sus pequeños negocios son su medio de vida. Si consiguen que estos emprendimientos se consoliden y crezcan, pueden lograr salir de la situación de pobreza y vulnerabilidad en la que viven. Tres de cada cuatro que lo logran lo consiguen por esta vía.
Para lograrlo debe superar más barreras. Giovanni di Plácido, director de Análisis y Estrategia de la Fundación Microfinanzas BBVA, explica: “Si quieren salir adelante, al carecer de servicios financieros, las personas pobres deben valerse de sus propios recursos o de fuentes informales de financiación o prestamistas. Valoran muy positivamente acceder a créditos formales que les reportan un valor diferencial respecto al préstamo informal. La inclusión financiera es esencial para disminuir la vulnerabilidad”.
Las personas que emprenden desde una situación de pobreza o vulnerabilidad necesitan una oferta de servicios y productos financieros que se adapten a su realidad, educación financiera y asesoramiento, ya que la mayoría carece de educación básica.
Estos principios son el fundamento de las Finanzas Productivas, metodología que utiliza la Fundación Microfinanzas BBVA con el objetivo de que los emprendedores vulnerables a los que atiende desarrollen sus pequeños negocios y tengan una fuente de ingresos sostenible que mejore su bienestar y el de sus familias. Esta entidad sin ánimo de lucro atiende actualmente a 1,8 millones de personas desfavorecidas en América Latina, acercando a su hogar/empresa servicios financieros (crédito, seguros, ahorro, etc.) y capacitación para el crecimiento de sus negocios.
El 77% de los emprendedores a los que se les otorga crédito es vulnerable (con excedentes per cápita por debajo de 3 veces la línea de pobreza nacional), el 60% son mujeres, un 46% está en el más bajo nivel de educación (a lo sumo primaria) y un 33% vive en entornos rurales. Los emprendedores consiguen que sus ventas crezcan en promedio un 17% anual y sus activos un 25%. Cuando se les pregunta por su principal motivación la respuesta más frecuente es que sus hijos puedan estudiar y tener una vida mejor que la que ellos han tenido.