En el mundo, los jóvenes y las mujeres tienen más barreras para acceder al mercado laboral. Una situación que se agrava cuando se dan ambas circunstancias: en regiones como América Latina, el porcentaje de mujeres jóvenes que emprenden como única salida laboral duplica el de los hombres, según el Organismo Iberoamericano de Juventud (OIJ).
El emprendimiento de las mujeres en la región, advierte la OCDE, responde a la cantidad desproporcionada de tiempo que dedican a las tareas domésticas y al cuidado de niños y mayores, a un nivel de educación bajo y a la falta de capital y confianza en sí mismas. Estos obstáculos, que les impiden acceder a un empleo por cuenta ajena, se suman a la precariedad laboral de las jóvenes: el 60% de las mujeres trabajadoras de entre 15 y 24 años gana menos del salario mínimo nacional, que ronda los 280 dólares de media, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Por eso la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) apoya el emprendimiento de las jóvenes, que representan cerca del 20% de los 1,2 millones de emprendedoras a las que atiende en Colombia, Perú, República Dominicana, Chile y Panamá.
Ellas son más vulnerables que los hombres: 9 de cada 10 mujeres jóvenes que en 2018 accedieron por primera vez a un crédito con la FMBBVA estaban en situación de vulnerabilidad (es decir, que generan ingresos inferiores a la línea de pobreza nacional o que tienen un riesgo alto de caer en pobreza) frente a casi el 80% de los hombres jóvenes, según el departamento de Medición de Impacto de la Fundación.
“El emprendimiento es un antídoto contra la discriminación laboral y otras barreras de acceso al empleo formal como ser madre joven”, afirma la responsable de Empoderamiento de la Mujer de la Fundación, Laura Fernández Lord. Según ONU Mujeres, el 59% de las mujeres más vulnerables de América Latina son madres a los 19 años. “Montar un negocio surge como una forma de compaginar el trabajo con las responsabilidades de cuidado y para muchas, es la única opción de obtener ingresos”, asegura la portavoz de la Fundación en este ámbito.
Además de ofrecer microcréditos, la FMBBVA enseña a estas emprendedoras a ahorrar para que puedan hacer frente a imprevistos, en la región con el peor nivel de ahorro del mundo según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Como señala Banco Mundial, solo el 13% de la población adulta en la región ahorra en una institución financiera, frente al 27% a nivel mundial. Un porcentaje que se reduce al 10% si hablamos de mujeres (en el mundo, un 24%) y al 11% en el caso de los jóvenes (en el mundo, 18%). Según el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el ahorro es una de las herramientas más efectivas para la inclusión financiera y el empoderamiento de la mujer.