Mamás emprendedoras en Chile

Cerca de 600 mil chilenas han hecho del emprendimiento su principal actividad económica. El 87% de ellas son madres y más de 270 mil pertenecen al 60% de menores ingresos. Datos que Emprende Microfinanzas ha destacado en el contexto de la celebración en Mayo del Día de la Madre.

En Chile existen casi un millón y medio de microempresarios, un sector que crece fundamentalmente por la incorporación de la mujer al emprendimiento microempresarial. De ellos, casi 580 mil son mujeres, un 50% más que lo que existía el año 2000 y más del doble respecto de 1990.

Las cifras indican que casi el 40% de los microempresarios son mujeres. Ellas, como jefas de familia o complementando ingresos familiares, encuentran en el emprendimiento un camino para mejorar su calidad de vida, proteger a su familia de la pobreza y generar ingresos con actividades compatibles con el cuidado de los hijos y el trabajo del hogar.

“Se trata de más de medio millón de chilenas que han hecho del emprendimiento su principal actividad económica. El 87% de ellas son madres que con su emprendimiento pueden educar a sus hijos y más de 270 mil pertenecen al 60% de menores ingresos de la población”, señala Pablo Coloma, gerente general de Emprende Microfinanzas, entidad del grupo de la Fundación Microfinanzas BBVA que otorga crédito a pequeños empresarios.

La mayor participación de las mujeres en el mundo laboral se explica fundamentalmente porque en los últimos 20 años las mujeres de sectores vulnerables han salido a trabajar remuneradamente, siendo el sector que más crece el de las trabajadoras por cuenta propia (TCP) de sectores vulnerables.

Los microempresarios hombres son siempre más que las mujeres, pero a medida que se focaliza el análisis en microempresas más pequeñas y en TCP más vulnerables, el trabajo y la generación de ingresos por parte de las mujeres emprendedoras cobra mayor importancia.

“Esto lo vemos con mucha claridad en la actividad de microfinanzas productivas. En Emprende hemos más que duplicado nuestra cartera de créditos en los últimos dos años. Y en la medida que damos créditos más pequeños, se ven más mujeres en nuestras sucursales. Hoy tenemos 14 mil clientes y casi un 60% de ellos son mujeres”.

“Sin duda –comenta Coloma– las mujeres valoran en el emprendimiento la posibilidad de compatibilizar la generación de ingresos con el cuidado de sus familias, mucho mejor que como lo podrían hacer trabajando asalariadamente. Por eso se está incorporando cada vez con más frecuencia esta forma de emprender”.

De hecho, en la Encuesta de Microemprendimiento del Ministerio de Economía (EME) las mujeres microempresarias declaran que sus principales motivaciones para emprender son que “me permite realizar tareas en el hogar” (86%), “me permite ajustar las horas trabajadas” (86%), “puedo aprovechar mejor mis habilidades” (83%), y que “me da mayor satisfacción” (83%).

El emprendimiento, además, protege a las familias de la pobreza. Mientras que en la totalidad de la población, según la encuesta CASEN 2011, la pobreza alcanza al 14,5%, entre los TCP alcanza al 8,4%. Es decir, entre los emprendedores la pobreza es menor, pues los ingresos que genera la microempresa posibilitan generar o complementar ingresos familiares y salir de la pobreza o protegerse de ella.

Entre los principales desafíos de la microempresa en general, destacan las dificultades del sector para formalizar su actividad, el bajo acceso a previsión y salud y la falta de acceso a financiamiento formal.