A las afueras de Lima, Lucy García, emprendedora de la FMBBVA, lidera una de esas microempresas, que según el Ministerio de la Producción de Perú, generan 6 de cada 10 empleos en el país, junto a las pequeñas y medianas empresas. Lucy da trabajo a alrededor de 200 personas gracias a una red de mototaxis que gestiona y a su pequeño taller de mecánica.
Y es que casi nadie sabe que, las MiPymes (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas) representan más del 90% de las empresas, generan entre el 60% y el 70% de empleo y producen alrededor del 50% del Producto Interior Bruto (PIB), según Naciones Unidas. Además, contribuyen a cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en concreto a promover el trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8) y a fomentar la innovación y una industria sostenible (ODS 9).
En Latinoamérica, aunque las MiPymes son responsables de más de la mitad del empleo creado y del 28% del PIB regional, su crecimiento está estancado por los ciclos de vida tan cortos que tienen. Esto se ve agravado por la falta de acceso a las nuevas tecnologías, en muchos casos por no tener suficiente financiación.
Y ahí es donde entra la Fundación Microfinanzas BBVA, que promueve el desarrollo sostenible de emprendedores de bajos recursos a través del acceso a productos y servicios financieros, consciente del papel que juegan las microempresas en el crecimiento económico y social. Contribuye así a avivar el ecosistema de las MiPymes, la columna vertebral de la economía latinoamericana.
Las MiPymes presentan un ciclo de vida muy corto agravado por la falta de acceso a las nuevas tecnologías por no tener suficiente financiación
A más de 3.000 kilómentos de Lucy, pero en República Dominicana, Pedro y Silvia, también emprendedores de la Fundación, forman parte de las casi un millón y medio de personas que cuentan con una MiPyme en el país, según el Ministerio de Industria, Comercio y MiPymes. Sus negocios van más allá de la sostenibilidad económica, ya que también buscan proteger el medio ambiente: Pedro, con el abono orgánico, y Silvia, con una artesanía hecha con lilas invasoras que ella misma recoge, para impedir que actúen como parásito de la flora y fauna de los ríos.
En Chile, y según un informe de BBVA Research, hay más mujeres emprendedoras que empleadas por cuenta ajena. Un ejemplo de ello es Vilma Leyton, a la que atiende la FMBBVA al norte del país, que confecciona trajes tradicionales para sacar adelante a su familia, y lo ha conseguido: todos sus hijos han estudiado en la universidad. Por eso, apoyar a mujeres como ella trasciende en el tiempo, por las oportunidades que se abren a las siguientes generaciones de los Leyton.
Y de las más de veinte familias que viven del restaurante Doña Julia en Panamá, que es ya un referente local por la calidad de su comida y el buen servicio que ofrece. Este pequeño negocio, que crece gracias a los microcréditos de la Fundación, forma parte de las más de 60.000 MiPymes del país, según AMPYME.
Ya sea en Perú, República Dominicana, Panamá o Colombia, donde según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) las MiPymes producen el 35% del PIB nacional, este tipo de empresas son clave para generar empleo, fomentar la creatividad e impulsar el progreso de América Latina. Así lo recuerda Naciones Unidas en el día mundial de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, y así lo hace también la FMBBVA, quien a través de su misión, ayuda a fortalecer este pilar económico para seguir promoviendo el desarrollo de personas, comunidades y países.