La formación online ayuda a migrantes venezolanos a emprender lejos de casa

De Venezuela a Colombia. Es la ruta que siguen muchos migrantes que dejan su país natal para buscar oportunidades económicas, como Ana María Almao. Su viaje comenzó en la localidad venezolana de Barquisimeto. Allí trabajaba como farmacéutica. Hace dos años llegó a Bogotá, en plena pandemia, y ahora tiene una nueva vida y un negocio.

Reside en el barrio Diana Turbay, en la localidad de Usme, junto a su marido, sus 3 hijos (de 24, 14 y 11 años), una nieta de 2 años y su cuñado. Conseguir trabajo no fue fácil, la pandemia y las restricciones lo complicaron aún más.

Optó por abrir una panadería-pastelería aprovechando los conocimientos y recetas heredados de su madre. Desde junio de 2021, Antojitos Anita es un negocio que ha unido aún más a la familia. Ana elabora los productos, su hija se encarga de adquirir las materias primas y de gestionar las redes sociales, y sus hijos pequeños le ayudan en el envasado de los pedidos.

Su especialidad es la torta de piña, un bizcocho cubierto de caramelo típico de la gastronomía venezolana. Es un plato muy solicitado por los clientes del barrio, de hecho se ha ganado fama de excelente cocinera. También vende palitos de queso empanados (similares a los tequeños) tortas, panes y pasabocas (canapés).

Ana María Almao, emprendedora Bancamia - Empropaz - FMBBVA
Ana María Almao, emprendedora de Bancamía (FMBBVA)

Mantener abierto un negocio requiere talento, pero también formación. Las habilidades de Ana para la repostería debían completarse con conocimientos de gestión empresarial. Lo logró gracias a las formaciones online de Emprendimientos Productivos para la Paz (Empropaz).

Este programa, creado en 2018, es fruto de la colaboración de Bancamía, la entidad colombiana de la Fundación Microfinanzas BBVA, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín.

Talento, financiación y formación para emprendedores

Para seguir formándose, y seguir innovando en el negocio, Ana ha contado también con el apoyo de los módulos de formación online ofrecidos por The Trust for the Americas, una organización sin ánimo de lucro afiliada a la Organización de los Estados Americanos (OEA), que promueve oportunidades educativas y económicas.

Ana ha aprendido a mejorar el posicionamiento en sus redes sociales, a diseñar un logotipo más llamativo para su negocio y a gestionar una página web. Esa estrategia de marketing digital le ha permitido mantener, e incluso aumentar, las ventas durante la pandemia: ya tiene más de 2.300 seguidores.

Además, con Empropaz ha obtenido un crédito para adquirir materias primas y un teléfono de gama alta, con el que maneja sus perfiles y hace las fotos de los platos que elabora para publicarlas en su web.

Entre sus planes de futuro está alquilar un local, donde quiere dar oportunidades de trabajo a otros migrantes que lleguen a Bogotá buscando un porvenir más prometedor. También quiere transmitirles su conocimiento y va a enseñar repostería de manera altruista.

En 2020 más de 1.780.000 venezolanos dejaron su tierra con destino a Colombia, según el Informe sobre las migraciones en el mundo 2022 de ONU Migración. Hacer realidad esa nueva vida requiere un apoyo social y económico, en el que el sector privado puede contribuir. Proyectos conjuntos, como Empropaz o las capacitaciones de The Trust for the Americas, son un ejemplo de que es posible ofrecer productos y servicios financieros y no financieros creados específicamente para facilitar esa segunda oportunidad fuera de casa.

Cristina González del Pino. Comunicación FMBBVA

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