Mucho han cambiado las cosas para las mujeres desde 1947. Ese fue el año en que se reunieron por primera vez 15 representantes gubernamentales, solo 15 pero todas mujeres, para formar la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, la conocida como CSW. No habían pasado ni dos años desde la creación de las Naciones Unidas y los estragos de la segunda guerra mundial seguían en boca de todos. Un momento histórico en el que el eco de las mujeres que lucharon en ella, y cuidaron de sus familias y comunidades, sirvió para demostrar lo imprescindible que era y es su participación en la sociedad. En ese momento ya dejaron claro que no iban a dar un paso atrás, o que al menos iban a intentarlo.
La creación de este órgano internacional, dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, fue la zancada definitiva en el camino de las mujeres hacia su emancipación.
Allí se elaboraron los primeros tratados internacionales sobre los derechos de la mujer, como la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer de 1953, la Convención sobre el consentimiento para el matrimonio de 1962, o la Declaración sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer de 1967, que han dejado una huella indeleble que ha llegado hasta nuestros días. Una senda que hizo que en los años siguientes, en los 70, el olor a cambio no sólo se respirara en los festivales de música hippie que pedían el fin de la guerra de Vietnam o el amor libre, sino que fuera impregnándolo todo a su paso.
La creación de la CSW fue la zancada definitiva en el camino hacia la emancipación de las mujeres
Coincidiendo con el 25º aniversario de su creación, la Comisión declara 1975 como el Año Internacional de la Mujer para llamar la atención sobre la necesidad de lograr la igualdad entre mujeres y hombres, y reconocer la contribución de aquellas al desarrollo y la paz. Porque aunque, desde aquel 1947 todos los años la CSW reuniera a entidades de la ONU, a Estados miembros y a sociedad civil, para debatir sobre mujer, los avances eran pocos y las brechas gigantescas.
Ese año, 1975, marcó un antes y un después: se organizó la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, que hizo que años más tarde, en 1995, se aprobara la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín, que sentó compromisos históricos; contó con 17.000 participantes, 30.000 activistas y representantes de 189 gobiernos. Y desencadenó una voluntad política sin precedentes que hizo que se escuchara el grito del movimiento de las mujeres a escala mundial.
Esas voces que pedían acelerar el proceso de mejora de las condiciones de vida de las mujeres y niñas en todo el mundo llegaron hasta la Asamblea General de la ONU. Y en 2010 creó ONU Mujeres para abordar estos desafíos, y dar apoyo técnico y financiero a los Estados miembros en estas cuestiones.
Con todas estas baldosas ya colocadas en el camino, las mujeres emprendieron un recorrido con una meta llena de propósitos necesariamente ambiciosos que, con el paso del tiempo y la fuerza de todas las generaciones, se van logrando alcanzar.
Y así desde aquel 1947 llegamos a este 2018, en el que se acaba de celebrar la 62ª sesión de la CSW que ha girado en torno a los desafíos y oportunidades en el logro de la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas rurales. Una prioridad para Naciones Unidas, que comparte la Fundación Microfinanzas BBVA ofreciendo servicios financieros y capacitación a emprendedoras vulnerables de entornos rurales. Esta ha sido la segunda edición en la que la FMBBVA ha participado, gracias a que el Consejo Económico y Social (ECOSOC) le otorgó el estatus consultivo en 2016 por su contribución al desarrollo desde el ámbito de las microfinanzas.
Mujeres de todo el mundo ahora miran hacia el futuro con otro optimismo, mientras caminan firmemente en la lucha por la igualdad, porque aunque se han avanzado kilómetros desde aquella primera iniciativa, muchos y muchas esperan que este 2018 también pueda ser recordado como un año histórico en la conquista de los derechos de la mitad de la humanidad.