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¿Puede la sostenibilidad medioambiental reducir la pobreza?

Un reto al que se enfrentan Gobiernos y organizaciones públicas y privadas en los próximos años.

Hasta 5,8 millones de personas en América Latina podrían caer en pobreza extrema para 2030 como resultado del cambio climático, si no se toman medidas pertinentes. Para 2050, más de 17 millones de personas podrían verse obligadas a abandonar sus hogares para escapar de los impactos del clima, según un reciente informe del Banco Mundial.

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La región es una de las más vulnerables al poder destructivo de huracanes, sequías, incendios e inundaciones, que son cada vez más frecuentes y graves, y causan enormes pérdidas personales, económicas y materiales.

La Fundación Microfinanzas BBVA, que desarrolla su actividad en 5 países de América Latina atendiendo a más de 2,8 millones de emprendedores de escasos recursos, el 36% de ellos en el entorno rural, cuenta con una estrategiapolítica de sostenibilidad medioambiental dirigida a mitigar los efectos del cambio climático, con seguros climáticos y agropecuarios, mejora del uso de recursos, agua, saneamiento e infraestructuras sostenibles.

Una estrategia alineada con los criterios ESG

Esta estrategia está alineada con los criterios de sostenibilidad ESG (Environmental, Social and Governance), y se desarrolla en diferentes ámbitos, como el análisis de la vulnerabilidad y resiliencia climática de los emprendedores, la oferta de productos y servicios verdes, que les ayuden a protegerse de las consecuencias del cambio climático, al tiempo que promueve iniciativas de cuidado del medioambiente, y la implantación de una “cultura verde” en todas las entidades y empleados de la FMBBVA, para reducir la huella de carbono.

En concreto en Colombia, su entidad, Bancamía, cuenta con productos como CrediVerde adaptación, diseñado con el apoyo de ONU Medio Ambiente bajo el programa Microfinanzas para la Adaptación Basado en Ecosistemas (MEbA). Consiste en una línea de crédito que proporciona productos y servicios financieros a poblaciones vulnerables, rurales y periurbanas, para invertir en actividades relacionadas con la sostenibilidad de los ecosistemas. De forma que puedan mejorar sus negocios e incrementar sus ingresos y resiliencia ante los efectos del cambio climático, con sistemas de riego por goteo, producción de agricultura orgánica, o el uso de invernaderos, entre otros.

Taxonomía verde FMBBVA

En colaboración con MAPFRE Seguros y con Finagro (Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario), Bancamía también ofrece a sus clientes el seguro Mi Siembra Protegida. Dirigida a los microempresarios del sector agrícola, busca proteger sus cultivos frente a riesgos naturales de origen climático, como sequías, inundaciones, exceso de lluvia, incendios y granizo, entre otros.

En República Dominicana, Banco Adopem, entidad de la FMBBVA, desarrolla productos financieros y no financieros para emprendedores en riesgo de vulnerabilidad climática, muchos de ellos dirigidos específicamente a mujeres. Su programa Finanzas Rurales y Ambiente cuenta con Agro Mujer, Eco Crédito y educación financiera y ambiental para emprendedores.

Otro de sus productos, EcoVivienda Adopem, promueve soluciones de vivienda con prácticas ambientales sostenibles y medios de vida en el entorno rural, financiando paquetes básicos de mejoras en agua y saneamiento, energía o infraestructuras, con impacto en el medioambiente y en la calidad de vida de los emprendedores a los que atiende.

La entidad panameña de la FMBBVA, Microserfin, cuenta también con un microcrédito para mejoras progresivas de la vivienda, Casafin, que permite a los microempresarios financiar este tipo de reformas en sus casas, en particular las que comparten con sus negocios. Y en Perú, Construyendo Confianza, de Financiera Confianza, también financia este tipo de mejoras. Ambas, permiten la financiación de saneamiento y alcantarillado.

Con esta estrategia de sostenibilidad medioambiental, la FMBBVA ha logrado impactar con estos servicios financieros a 10.373 emprendedores en Colombia, Perú y República Dominicana, con un total de USD 19 millones vigentes a cierre de  2021.

Pero la sostenibilidad medioambiental va más allá del campo y los cultivos. También hay negocios como el de Santos Manuel Báez, emprendedor dominicano que lleva 17 años dedicado al reciclaje. Un negocio sostenible con el que mantiene a su familia y da empleo en su comunidad. “Es un trabajo con el que ayudamos a la sociedad: el reciclaje es bueno para el medio ambiente”.

Santos Manuel Baez, emprendedor dominicano