La motivación no entiende de distancias

Que un lugar sea recóndito, no es obstáculo para que Bancamía, la entidad colombiana de la Fundación Microfinanzas BBVA, monte una oficina si hay emprendedores a quiénes poderles ofrecer una oportunidad. Este es el caso de Mitú, la capital del Vaupés, ubicado en la parte suroriental de Colombia, junto a la frontera con Brasil; un departamento muy extenso cubierto, en su mayoría, por selva, donde un gran porcentaje de su población es indígena. En 2013 Bancamía fue la primera entidad financiera privada que abrió sus puertas con una oficina en la que trabajan siete personas entre ejecutivos, asesores, cajero y gerente, todos originarios de esta región.

Entre ellas está Ángela Benavides: tiene 23 años de edad y es parte del equipo desde hace más de cuatro. Ella y su familia, formada por su papá, mamá y dos hermanas, motivados en la búsqueda de nuevas oportunidades laborales, decidieron salir de Villavicencio, donde vivían, capital de un departamento cercano, y radicarse en esta ciudad.

La emprendedora Otiria Yepes de etnia Cubea junto a la asesora de Bancamía, Ángela Benavides

El 76% de los colaboradores de la red comercial han progresado dentro de Bancamía. (Dato a cierre de 2017)

Ángela no perdió el tiempo y comenzó a estudiar un curso de Técnico en Contabilidad, actividad que le abrió las puertas para trabajar en el banco. “En Villavicencio vi a Bancamía y cuando llegué a Mitú me llamó la atención verlo nuevamente y más aún cuando supe que estaban recibiendo hojas de vida; así que me presenté para realizar mis prácticas como aprendiz Sena (establecimiento público que ofrece formación gratuita a millones de colombianos que se benefician con programas técnicos, tecnológicos y complementarios), gracias a esta oportunidad inicié mi plan carrera en el banco, primero fui aprendiz, luego cajera, fui asesor y actualmente me desempeño como ejecutiva de desarrollo productivo – EDP.”

Como Ángela,  a cierre del 2017, el 76% de los colaboradores que forman parte del equipo comercial de las oficinas de Bancamía, fueron ascendidos y han progresado dentro del banco.

Son el alma del grupo: Todos días los EDP inician su trabajo a las 07:30 con la planificación del día, la consulta de los créditos en mora, reuniones con el gerente, llamadas y visitas, momento en el que se desplazan a la zona urbana y rural a atender a más de 650 microempresarios, de los cuales, aproximadamente, 400 pertenecen a una de las 27 etnias indígenas que se encuentran en esta zona del país, estos clientes se dedican al cultivo de yuca, plátano y piña. Al finalizar la jornada regresan a la oficina para asistir al comité de créditos y dejar  adelantada la agenda del día siguiente, una agenda en la que además de todas esas tareas están los sueños y las metas de los emprendedores a los que atienden.

Por eso, el contacto con las personas y la misión del banco motivan a Ángela a dar siempre lo mejor de sí y a trabajar con más empeño y dedicación por los microempresarios del país: “Tengo una cartera de 326 clientes del activo,  personas de diferentes etnias indígenas, la experiencia de trabajar con ellos es muy buena, lo que más me gusta es el contacto directo que tenemos y que es una atención personalizada”.

Manifiesta que desde su ingreso al banco tiene claro hasta dónde quiere llegar, por eso al finalizar su formación técnica decide continuar una carrera profesional; actualmente cursa Administración de Empresas. “Mi motivo para llegar a ser EDP es la oportunidad de crecer profesionalmente ya que desde que inicié mis prácticas mi meta es ir ascendiendo y además aprender muchas cosas en los diferentes cargos que vaya teniendo, quiero llegar a ser gerente de alguna oficina”.

Con ese afán de superación será difícil que Ángela y ejecutivos como ella, no consigan llegar a donde se propongan, porque no hay lugar lejano ni selva que impida que alguien con esa determinación,  pueda cumplir sus sueños.

 

Paola Mora, Comunicación e Imagen de Bancamía

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