La pobreza entiende de género, hay más mujeres pobres y sufren una mayor exclusión financiera. De hecho, más de 1.000 millones en el mundo no tienen acceso a servicios financieros según Banco Mundial. Ellas son a menudo las que sacan adelante solas a sus hijos. Según la FAO de Naciones Unidas, las mujeres reinvierten hasta el 90% de sus ingresos en el hogar, nutrición, salud, educación y en actividades que generen más ingresos para seguir progresando. Por eso, empoderarlas económicamente es una apuesta de futuro.
Laura Fernández Lord, responsable de empoderamiento de la mujer de la Fundación Microfinanzas BBVA, afirma que “las mujeres emprenden por y para sus familias, son piedras angulares en el desarrollo y la reducción de la pobreza de un país. Por eso, contribuir a su empoderamiento económico es vital para lograr la Agenda 2030 de Naciones Unidas”.
Un ejemplo de ello son las más de un millón de mujeres a las que acompaña la Fundación, que progresan a lo largo del tiempo con servicios financieros especializados. Casi ocho de cada 10 emprendedores en situación de pobreza que ha atendido en los últimos tres años son mujeres. Ellas son capaces de crecer a pesar de empezar con menos y de tener más familiares a su cargo (el 82% tiene personas dependientes).
“Las mujeres deben atreverse a iniciar un negocio y tener independencia. Si queremos luchar por nosotras y por nuestros hijos es importante tener un respaldo financiero», es el llamamiento que hace Leila Peña, una emprendedora chilena de la Fundación que cada día teje un presente mejor para su familia en su taller de confección de mantas.