La FMBBVA se suma a la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas

  • El 15% de las personas más vulnerables y marginadas en el mundo pertenecen a alguna comunidad indígena
  • 370 millones de indígenas viven en cerca de 90 países

Los chinchorros son las hamacas que tejen a mano las mujeres de la Guajira colombiana, uno de los 32 departamentos que forman Colombia, al Oeste del país. Cada pieza es un trabajo único; pueden tardar en tejerlas entre dos y seis meses. La artesanía contribuye al desarrollo y a la inclusión de las mujeres de las comunidades indígenas, que además no quieren que su cultura caiga en el olvido.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) los pueblos indígenas son cerca del 5% de la población mundial pero representan el 15% de los pobres del mundo, siendo los más vulnerables y marginados. En total, alrededor de 370 millones de indígenas viven en cerca de 90 países. Estos son datos para recordar coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que Naciones Unidas conmemora cada 09 de agosto.

Otro dato importante es que el acceso de las mujeres indígenas al sistema financiero reduce la brecha de género en las economías de sus países.

En Maicao, en la Guajira, el 45% de la población es de la etnia Wayuu. Josefina Gómez Jusayu es una artesana indígena que teje chinchorros y mochilas. En 2007 Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA en Colombia, comenzó a trabajar en su localidad con un sistema de Banca Relacional, una banca hecha a la medida de cada cliente. Sus empleados hablan wayuunaiki, la lengua de Josefina, y muchos pertenecen a esa comunidad, lo que permite mayor cercanía con los emprendedores.

Josefina conoció a Bancamía por su hija, que ya era clienta de la entidad. “Me prestaron la platica y me siento bien con ellos: me ayudaron con mi negocio y ahora estoy tejiendo más chinchorros, haciendo más mochilas y ayudando a mis hijos en su educación. Soy puntual con el banco porque ellos me han ayudado, y eso hay que cuidarlo, es la ganancia”.

 Cuenta también que ayuda otras indígenas de su comunidad: “Busqué el dinero para aumentar mis ventas y ahora busco más artesanas de la etnia wayuu, compro los hilos para que trabajen y les pago por las mochilas y los chinchorros que me tejen. Antes no podía hacer eso”.

Bancamía atiende a 2.800 artesanos de la Guajira, de los que el 90% son mujeres.

En Colombia, el desempleo afecta al 10,7% de las mujeres, y según el Monitor Global de Emprendimiento, aproximadamente el 54% planea ser microempresaria en los próximos tres años.

Josefina trabaja al aire libre porque en su casa de madera no puede guardar los materiales. Sus hijos y su negocio son los protagonistas de sus planes de futuro: “Mi mayor sueño es mejorar mi casa para poner mi material de trabajo al abrigo de la lluvia y brindarles a mis hijos una mejor educación para que vayan a la universidad, por eso yo estoy aquí trabajando”.