La agricultura familiar, motor de lucha contra la pobreza rural

28 enero 2019 // Karessa Ramos
Fundación Microfinanzas BBVA

“Para un campesino no es sencillo encontrar el capital para que el negocio prospere y que la cosecha vaya bien” afirma María Orellana. Al describir su situación, esta agricultora a la que atiende la FMBBVA en Chile también retrata la realidad de muchos campesinos como ella en América Latina y en otros lugares del mundo.

Actualmente, la agricultura tiene un peso limitado en las economías modernas y, como consecuencia, la tecnología, la financiación y otros recursos se han ido desviando hacia otros sectores, considerados «más importantes» como el de servicios o la industria. Sin embargo, la historia que cuentan los datos es otra: las pequeñas explotaciones familiares, de hecho, son protagonistas de la lucha contra el hambre, la malnutrición, la pobreza, el agotamiento de los recursos naturales y los efectos del cambio climático.

Fuente: FAO

Por eso, la Asamblea General de la ONU declaró el período entre el año 2019 y 2028 Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar. Una declaración que da continuidad al éxito del Año Internacional de la Agricultura Familiar, celebrado en 2014, y que refuerza el ODS 2 de su Agenda 2030. Con esta resolución, Naciones Unidas alienta a todos los Estados a elaborar, mejorar y aplicar políticas públicas de agricultura familiar, y a compartir sus experiencias y mejores prácticas en este ámbito.

Un objetivo que comparte la Fundación Microfinanzas BBVA en su compromiso con reducir la pobreza, ofreciendo productos y servicios financieros y capacitación a emprendedores en situación de vulnerabilidad. En especial, está comprometida con los que viven en zonas rurales donde la incidencia de la pobreza y la exclusión financiera son mayores. Por eso, la Fundación se apoya en la innovación tecnológica y digital para crear oportunidades donde otros no llegan, que les permitan progresar.

 

 

1. Factor de progreso de los hogares rurales

Es la principal fuente de ingresos de los hogares rurales, y una alternativa para combatir el desempleo, incluso el paro juvenil.

2. Contribuye a la sostenibilidad ambiental

Apoyar la labor de los agricultores familiares estimula la protección de los recursos naturales, ya que los campesinos dependen de ellos como sustento de vida. Además, facilita la conservación del patrimonio histórico, cultural y natural, y mejora la vida de los que viven en las zonas rurales.

3. La mujer y la economía rural

Pese a la función y contribución de las agricultoras, en muchos lugares del mundo, siguen siendo trabajadoras invisibles. Darles visibilidad en la sociedad, la economía y la política, requiere un impulso de sus actividades, teniendo en cuenta sus condiciones y necesidades.

4. La repercusión de las actividades pesqueras

ONU reconoce el alcance que tienen los pequeños pescadores y reafirma la importancia del sector para crear actividades económicas locales, y proteger los espacios de pesca (mares, ríos, lagos, etc…) frente al cambio climático y otras adversidades.

5. Resiliencia de las comunidades rurales vulnerables

Además de las barreras sociales y económicas a las que se enfrentan las comunidades rurales, también están más expuestas a los desastres naturales y a los conflictos armados. Apoyarlas aumentaría su resiliencia ante estos hechos, normalmente imprevistos.