El Banco Mundial ha advertido de que el sistema alimentario mundial se encuentra en un momento crítico, a raíz de la pandemia. Tras la pérdida de producción en varias partes del mundo durante el período 2010-2011 debido a factores climáticos, y la reciente crisis alimentaria causada por el nuevo coronavirus, la institución hace un llamamiento para aumentar la resiliencia de este sector.
En Panamá, la entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, Microserfin, sigue trabajando para canalizar productos y servicios financieros a los que más los necesitan y quienes tradicionalmente se encuentren fuera del sistema financiero formal; en este caso, los agricultores y ganaderos del país.
Es importante tener en cuenta que los alimentos que consumimos (tanto los de consumo directo, como los que sirven de insumo para elaborar otros productos) se produce en más de 500 millones de establecimientos, la mayoría de ellos explotaciones y granjas familiares en países en desarrollo.
Por eso, ahora más que nunca, este sector necesita un apoyo que no se limite a la financiación de insumos y demás procesos de producción, sino que contemple un acompañamiento integral para que los emprendedores agrícolas puedan aumentar su capacidad de adaptación ante la estacionalidad de sus actividades y los shocks que les pueda sorprender en cualquier momento, como ha sucedido con la pandemia del COVID-19.
Es por ello que Microserfin, durante los meses de junio y julio, ha detectado un incremento en la solicitud de créditos del sector agropecuario, con un desembolso de más de USD 454 mil (unos 383 mil euros) por parte de la entidad. El 42% de los clientes que han recibido créditos en este periodo se dedican a la ganadería, mientras que el 40% a la agricultura, y un 13% al comercio (kioscos, minisuper, abarroterías, y venta de comida, entre otros), según los últimos datos publicados.
Microserfin contribuye así a la regeneración de la economía tras el golpe de la pandemia, empezando por la reconstrucción sostenible de los microemprendimientos agrícolas en el país. Sobre todo en un mundo que depende cada vez más de este sector, no solo para el consumo de alimentos, sino también como fuente de insumos para la sociedad.
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