Financiación, asesoramiento y tecnología, mejoran el rendimiento de los negocios agrícolas

Hace tres años, Rumaldo Álvarez dejó su empleo en la construcción para trabajar en un vivero como chófer y capataz.  Cuando más tarde tuvo la oportunidad de comprar el negocio era un momento difícil antes de la pandemia, pero ha superado las dificultades y su emprendimiento crece, como sus flores, cada día gracias al micro clima de la localidad dominicana de Constanza, con escasa diferencia térmica entre los meses más fríos y los más calurosos, ideal para cultivar flores y árboles. 

Se levanta al alba para preparar, empaquetar y llevar las flores para que puestos ambulantes y floristerías las tengan cuando abran. Y después manda su producción a otras partes del país.

El asesor de Banco Adopem, entidad dominicana de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) que le apoya en su progreso, va hasta su negocio para ver cómo evoluciona y qué productos y servicios necesita dependiendo de esa evolución. Los agricultores como él requieren de financiación para comprar insumos, semillas o maquinaria, pero también para mejorar sus instalaciones y hacerlas más rentables económica y medioambientalmente o productos específicos, como seguros climáticos.

Rumaldo Álvarez, floricultor dominicano de Banco Adopem (FMBBVA), tiene un negocio de cultivo y venta de flores y árboles

En zonas alejadas, como donde vive Rumaldo, a 1.200 metros de altitud, desplazarse hasta la sucursal supone tiempo y dinero. Por ese motivo, la metodología de banca relacional de las entidades de la FMBBVA es clave para su progreso. El asesor se desplaza en moto para llegar hasta allí y gracias a la tecnología superan las dificultades de la distancia. Desde su teléfono móvil, Rumaldo gestiona los productos contratados y si necesita algo específico, su asesor lleva una tablet, que funciona sin conexión a internet, y puede ampliar el crédito o contratar un seguro como si estuvieran en la sucursal.

Sus ventas siguen aumentando: ha comprado un camión más grande con un crédito de Banco Adopem y ha ampliado la extensión del terreno que cultiva y la variedad de especies de árboles y plantas, como rosas, astromelias, girasoles, pinos o cipreses.

Está contento, sin embargo es prudente: “Estamos creciendo, pero estamos empezando”. Ha conseguido hacerse una casa y hacer otra para sus padres. Además, da empleo a 12 personas, entre ellas compañeros de su antiguo empleo. Destaca el desempeño de sus trabajadores y el buen ambiente laboral. “Nos tratamos como una familia. El éxito está en que trabajemos unidos”, asegura. Paga semanalmente a sus empleados para que dispongan de efectivo para cubrir sus gastos.

Rumaldo Álvarez ha conseguido sacar adelante a sus hijos y emplea a 12 personas

Sus dos hijos son su principal motivación en la vida. “Quiero que su futuro sea diferente, que estudien, que lleguen más lejos que yo y que con conocimiento le pongan, como yo, cariño a todo lo que hagan”, explica.

Comprometido con el medio ambiente, usa productos sin pesticidas y recicla los desechos de sus cultivos. “La naturaleza nos da beneficio a nosotros. Y nosotros tenemos que darle beneficio a la naturaleza para que pueda seguir adelante”. 

Rumaldo cuida su negocio, igual que cuida los árboles y flores, con paciencia y cariño “desde que son un injerto, chiquiticas, y así cada día”. 

 

Cristina González del Pino. Comunicación FMBBVA

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