«Para mí este viaje ha sido una bendición», Quintín Quispe

Desde el altiplano peruano hasta la meseta española, Quintín Quispe comprobó hasta dónde se puede llegar cuando te dan un poco de confianza.

Un día, su asesora financiera le informó que había sido invitado para participar en un panel de emprendedores como parte de la celebración del 10º Aniversario de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA). Al principio, no se lo creyó y pensó que le estaban gastando una broma. En ese momento, estaba muy pendiente de su mujer, Paulina, quien llevaba unos días indispuesta. Más tarde, cuando confirmó que era verdad, recibió la noticia como una «bendición»: días atrás, el médico le había recomendado hacer un viaje con su mujer para que se recuperara. Para él, fue algo premonitorio.

No era la primera vez que Quintín pisaba Europa, dado que en otra ocasión, ya había visitado París. Lo que hacía que este viaje fuera especial era poder compartir su experiencia con Financiera Confianza, la entidad de la Fundación en Perú que según reconoce, le ha cambiado la vida.

La realidad de Quintín no es muy diferente a la de los más de 2.000 millones de adultos en el mundo sin acceso a servicios financieros. Hasta 2013, ninguna entidad financiera le ofrecía aquello que necesitaba: en muchos casos, las oficinas de estas instituciones se encontraban lejos de su comunidad (accesible a través de un camino de tierra) y un viaje de ida y vuelta significaba perder horas productivas de trabajo. Algunas entidades pedían demasiados requisitos, y otras ofrecían prestarle tan solo una quinta parte de lo que él necesitaba. Por estas y otras razones, Quintín cuenta siempre cómo Financiera Confianza no solo se acerca a sus clientes «hasta la punta del cerro», sino que además confía en sus capacidades para manejar el préstamo y hacer crecer sus negocios.

Quintín durante el panel de emprendedores

Así fue cómo lo explicó en Madrid, una ciudad que le impresionó por su diferencia con el campo peruano: las calles y carreteras amplias, el aspecto ordenado de las construcciones, la variedad de tiendas y restaurantes, y sobre todo, la cantidad de turistas que vio. Entre tantas emociones, fue todavía más consciente de cómo ha mejorado su vida gracias a pequeños créditos que se adaptan a los ciclos productivos de sus actividades, sobre todo las agrícolas. Quintín viajó a Madrid con la firme intención de trasladar este mensaje al panel: la financiación debe amoldarse a las necesidades reales tanto en monto como en plazo.

Al mismo tiempo, pensó en lo lejos que ha llegado en la vida, no solo recorriendo kilómetros. Por un lado, tres de sus cuatro hijos han terminado sus estudios universitarios, la primera generación de su familia en recibir formación superior. De hecho, uno de ellos, Eliseo, inspirado por la labor de Financiera Confianza en el país, es asesor de esta entidad desde 2015. Por otro lado, Quintín ha podido expandir sus fuentes de ingresos y actualmente además de la agricultura, se dedica a la carpintería y la cría de ovinos. Es más, como siguiente proyecto, aspira fabricar tejas y bloques de arcilla proveniente de las tierras aledañas a su casa.

Tres de sus cuatro hijos han terminado sus estudios universitarios. Es la primera generación de su familia en recibir formación superior

Llegado el día del evento, Quintín y Paulina se vistieron con los trajes típicos de su comunidad, reservados para las grandes ocasiones. Sus colores vivos y sus flecos festivos les hicieron destacar entre invitados.

Durante su turno en el panel, su testimonio no dejó indiferente a nadie: con energía, pidió permiso para levantarse y empezó saludando en nombre de Perú. Orgulloso, se presentó ante los invitados como un «simple campesino» y contó lo fácil que fue para él conseguir un crédito en Financiera Confianza, solo con su DNI y un detalle de sus actividades productivas. Terminó su discurso asegurando que, antes de conocer la entidad, muchos otros campesinos como él nunca habían accedido a ningún préstamo, pero que ahora «están trabajando, están mejorando sus productos agrícolas y sus animales, y están educando a sus hijos». No solo asistió al panel como campesino, se subió al escenario como un representante de su comunidad. Como presidente de Mejoramiento de Vivienda en la Comunidad de Cuyo Grande, era inevitable para él velar no solo por sus intereses sino también por los de sus vecinos.

Después del evento, el matrimonio Quispe tuvo la oportunidad de acercarse a la Reina y hacerse fotos con ella, además de entregarle un obsequio: una preciosa chalina típica quechua, tejida a mano por Paulina.

Quintín tuvo la oportunidad de conocer a la Reina, a quien le entregó un obsequio traído de Perú

El sentimiento de pertinencia a una comunidad de Quintín y Paulina realmente se dejó ver porque también entregaron regalos a los compañeros de la FMBBVA: algunos recibieron ocarinas (un instrumento de viento), y otros un broche con la figura de un pájaro, todos hechos a mano en su taller. En el momento dijo: «Tome un obsequio para que no se olvide nunca de Quintín». En realidad, aún sin el obsequio, su presencia y sus historias son suficientes para no olvidarlo jamás.

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