Emprendimiento entre fogones

“No hay mayor fuerza de cambio que las personas inspiradas en vivir una vida mejor”. Lo dice el escritor estadounidense Steve Maraboli, a quien pedimos prestada la frase para arrancar la historia de una de esas personas. Una emprendedora que ha trabajado sin descanso para mejorar su vida, y lo ha conseguido.

Entramos en su restaurante ‘Hermanos Ortega’, en la ciudad panameña de Santiago. Allí nos espera Teófila, una mujer que entre fogones, ha logrado cambiar su destino y el de los suyos a base de cocinar comida casera a buen precio, de mucho esfuerzo y del apoyo de Microserfin, la entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA en Panamá.

Teófila consiguió ampliar su restaurante y aumentar sus ventas, algo fundamental para terminar de construir su casa, comprar dos vehículos para repartir la comida y, lo más importante para ella: dar educación a sus cuatro hijos. “Uno es profesor, otra es trabajadora social, otro de ellos estudia Educación Especial y el último se acaba de graduar en Criminalística”, nos dice orgullosa.

Mis clientes siempre me dicen que mi comida es muy diferente a las demás

Aunque el nivel de vida de esta emprendedora ha mejorado con el tiempo, su situación no ha sido siempre igual. Antes de abrir el restaurante, se dedicaba a la venta ambulante de comida, pero no siempre conseguía vender sus productos, lo que le impedía estar al día. Esta incertidumbre en el pago de sus cuotas hacía que su calidad de vida y la de su familia se vieran afectadas. “Yo sabía que podía salir adelante. Soy una mujer con fuerza y carácter, y siempre he sabido cómo tratar a mis clientes y ofrecerles productos de calidad. Mis clientes siempre me dicen que mi comida es muy diferente a las demás”, asegura, al tiempo que muestra algunos de los platos que cocina.

 

Poco a poco, el restaurante ha ido creciendo y ofreciendo cada vez más productos. El trabajo de Teófila y el apoyo de Microserfin han sido fundamentales en este proceso. Además de prestarle ayuda económica, la entidad le ha asesorado y acompañado en el ejercicio de su emprendimiento, enseñándole a gestionar su dinero.

El restaurante, además de impactar positivamente en su vida y la de su familia, también ha influido en su comunidad. “He creado empleo a través del ayudante de cocina, el que me hace las compras, el conductor y el camarero. Creo que esto ayuda a la comunidad porque hago que estas personas reciban un salario”, nos explica, con la satisfacción de saber que está aportando su granito de arena a la economía de la zona.

Como ella, otras muchas mujeres trabajan cada día, formando parte de ese 53% de trabajadoras que participa en la fuerza laboral de América Latina. En una región con más de 300 millones de mujeres, solo la mitad tiene acceso al mundo laboral y la mayoría lo hace con menor remuneración y peores condiciones. Para hacer frente a este problema, la FMBBVA dedica especial atención a la mujer emprendedora. Mujeres que como Teófila, montan un negocio para salir adelante y progresar. A través de la inclusión financiera, la Fundación y sus seis entidades microfinancieras, contribuyen al empoderamiento económico de estas mujeres que, con ganas y esfuerzo, sacan adelante cualquier emprendimiento que se propongan.

Puedes ver el vídeo de su historia completa a través del siguiente Código QR o en este enlace.

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