Durante la pandemia, la FMBBVA sigue cerca de los emprendedores

La capacidad de superación es algo innato en los más de dos millones de emprendedores a los que atiende la Fundación Microfinanzas BBVA en Latinoamérica.

La pandemia les ha obligado a reiventarse para atenuar en la medida de lo posible la reducción de sus ingresos debido al confinamiento.

Las entidades de la Fundación también se han adaptado a la situación para seguir acompañándolos. La tecnología está siendo un valioso aliado para mantener el contacto, atender sus nuevas necesidades y apoyarlos en ese proceso de reinvención que puede ser tan diverso como cambiar totalmente de actividad, adecuar la producción o mejorar las redes de ventas.

Yeimy Lucas fabrica muebles de madera decorados con cinta plástica de colores. Tiene su taller en la localidad colombiana de San Pedro de Urabá. La pandemia ha supuesto un duro golpe para su negocio. Los asesores de Bancamía, la entidad de la Fundación en Colombia, han estado en permanente contacto con ella a través de videoconferencia y la han asesorado para promocionar su negocio en redes sociales durante el confinamiento.

Gracias a esa formación, y a ese espíritu de superación que caracteriza a los emprendedores, Yeimy está saliendo adelante y ha descubierto las enormes posibilidades que suponen las redes sociales y el marketing digital. “Me ayudaron con la venta en redes sociales. Me animaron para que mi negocio no cayera”, explica.

Esta emprendedora es clienta de Bancamía desde mayo de 2019. Un año antes se había quedado sin empleo y decidió montar su propio negocio. Para lograrlo tuvo que empeñar una cadena de oro que había comprado siendo estudiante y que era su único activo económico.

Desde que cuenta con el apoyo de Bancamía, forma parte del Programa ‘Emprendimientos Productivos para la Paz’ (EMPROPAZ)

EMPROPAZ es un proyecto desarrollado en colaboración con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) que apoya a microemprendedores de zonas afectadas por el conflicto colombiano con el objetivo de crear oportunidades de inclusión y desarrollo.

Yeimy ha progresado. Su emprendimiento sigue creciendo y ya está consolidado, tanto que por fin se ha animado a ponerle nombre: ‘Variedades SR Fantasías y Artesanías’. En el negocio también trabaja su marido, y emplean periódicamente a una prima y a una hermana. Un ejemplo de emprendimiento familiar donde cada uno aporta sus conocimientos en beneficio del negocio. Yeimy está estudiando Mercadería (marketing) para completar sus estudios de contabilidad y finanzas. Rafael, el marido de Yeimy, le ayuda en la gestión y ha diseñado el logotipo del negocio.

La formación que recibe en los cursos de EMPROPAZ le ha permitido desarrollar un completo plan de negocio. “En estos cursos, lo único que necesita aportar el microempresario es su tiempo, predisposición y compromiso para dedicarlo a la formación. En EMPROPAZ queremos ponerle alas a los sueños de los emprendedores”, detalla Mayra Rubio, asesora del Programa.

Yeimy, en una de las sesiones formativas de EMPROPAZ que imparte la asesora Mayra Rubio.

Con el programa, esperan seguir creciendo, mejorar la distribución de sus productos y crear alianzas que les permitan llegar a otros municipios rurales. Antes de la pandemia tenían clientes en la mayoría de corregimientos y veredas de San Pedro de Urabá y entregaban los muebles a domicilio. Habían probado una nueva línea de producto: los muebles en miniatura, que tuvieron muy buena acogida como juguetes o para decoración, y esperan promocionarla en redes sociales.

Yeimy y su marido trabajando en su taller.

La formación que recibe en los cursos de EMPROPAZ le ha permitido desarrollar un completo plan de negocio

En estos momentos de pandemia, Yeimy manda un mensaje de ánimo a otros emprendedores. “Que no desfallezcan. Lo que diferencia a los emprendedores es que desde una cosa pequeña sacamos algo grande. Esta experiencia nos enseña que cada día debemos intentar ser mejores y que lo que hacemos es importante”, señala.

En un futuro cercano quiere solicitar otro crédito para un motocarro eléctrico que agilice el reparto a domicilio de sus armarios. Un sueño que pronto se puede hacer realidad. Igual que logró cumplir su meta de ser independiente gracias a un negocio que le permitió, hace ya tiempo, recuperar esa preciada cadena de oro.

Cristina González del Pino, Comunicación FMBBVA

 

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