Bancamía
Banco Adopem
Financiera Confianza
Fondo Esperanza
Microserfin
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero Día Internacional de la Educación, para celebrar el papel que desempeña en la consecución de la paz y el desarrollo. La Fundación Microfinanzas BBVA, consciente de este reto, tiene entre sus prioridades la formación de los emprendedores de bajos recursos a los que atiende en 5 países de Latinoamérica, un total de 2.612.144 en estos momentos, de los que el 57% son mujeres, y el 38% se sitúan en el tramo educativo más bajo.
A pesar de la pandemia, las entidades de la FMBBVA impartieron educación financiera y formación técnica a 396.601 personas en 2020, contribuyendo así a una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Concretamente al “ODS 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, con el fin de aumentar el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.
“A pesar de la pandemia, las entidades de la FMBBVA impartieron educación financiera y formación técnica a 396.601 personas en 2020”.
Un objetivo al que las entidades de la FMBBVA se esfuerzan por contribuir con programas como la Escuela de Emprendimiento de Fondo Esperanza, en Chile. Una propuesta educativa integral y de calidad para los emprendedores, acorde a sus necesidades y expectativas, y también una herramienta que contribuye a su empoderamiento y desarrollo.
Las clases se realizan a través de un innovador plan de capacitación con una metodología para adultos; flexible, acorde a las necesidades y ritmos de aprendizaje de los emprendedores y en la que ellos son los protagonistas. Con una duración de 2 años, se desarrolla a través de 18 módulos educativos divididos en 4 áreas: Empoderamiento, Bienestar Familiar, Desarrollo del Negocio y Capital Social.
La Fundación Microfinanzas BBVA dirige sus esfuerzos a emprendedores en situación de vulnerabilidad económica y social, que también se caracterizan por tener un bajo nivel de formación, que suele ser un factor que acompaña a la vulnerabilidad. De hecho, el 38% de las personas a las que atienden las entidades de la FMBBVA están en el tramo más bajo del nivel educativo, que incluye a las que nunca han recibido formación o a las que como máximo han tenido acceso a formación primaria a lo largo de sus vidas.
De los emprendedores que recibieron capacitación en 2020, 248.079 lo hicieron con el programa de educación financiera de Bancamía, la entidad de la FMBBVA en Colombia; 45.870 mujeres a través del programa Palabra de Mujer de Financiera Confianza, entidad de la Fundación en Perú; y mediante los diversos programas de Banco Adopem, su entidad dominicana, 56.846 personas obtuvieron formación especializada en el país caribeño.
Asesora de Financiera Confianza imparte formación a emprendedoras peruanas.
La entidad de Chile, Fondo Esperanza, formó a 39.818 personas, y la de Panamá, Microserfin, dio cursos a 5.988 microempresarios en zonas rurales y urbanas, a través del programa de educación financiera “Saquemos Cuentas”, que enseña a los microempresarios a desarrollar hábitos de ahorro, elaborar un presupuesto familiar o de la microempresa, administrar las deudas, hacer negociaciones financieras y muestra los beneficios de los seguros para enfrentar riesgos e imprevistos.
El futuro de la educación es digital
A medida que el coronavirus se propagaba por el mundo, los países confinaban a sus poblaciones y la educación dejó de ser presencial. Un reto que ha puesto de manifiesto la brecha digital que sufren especialmente las poblaciones vulnerables a las que se dirige la FMBBVA. En un contexto en que la formación es forzosamente digital, para acceder a ella se hace imprescindible el acceso a internet y la adquisición de habilidades digitales es más importante que nunca.
Por eso, en 2021, las entidades de la FMBBVA en Latinoamérica seguirán trabajando en la creación de programas formativos cada vez más especializados, que ayuden a superar los retos de la desigualdad de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, que contribuyan a alcanzar la igualdad de género y romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos en todo el mundo.