Más de 1,2 millones de mujeres cuentan con el apoyo de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) en cinco países de América Latina. Son la mayoría de los 2,2 millones de emprendedores a los que atiende la Fundación. De ellas, el 29% vive en el entorno rural, donde el reto es mayor para ellas: son más vulnerables que los hombres y son más jóvenes. Tan solo el 32% se dedica a la agricultura, frente al 55% de los emprendedores rurales.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), esto se explica por un acceso limitado a herramientas, tierras, financiación, mercados y formación. Pero la FAO también señala que de cerrarse esta brecha, la productividad de los cultivos en los países en desarrollo podría aumentar entre un 20% y un 30%.
Naciones Unidas explica este fenómeno por los efectos del cambio climático, que afectan más a las mujeres, y las predispone a ser más proactivas. Según el secretario general de la ONU, António Guterres, “las mujeres rurales son una fuerza poderosa que puede liderar el progreso global, ya que son pioneras en el uso de nuevas técnicas agrícolas”.
La FMBBVA cuenta con productos y servicios financieros específicos para los agricultores, con un enfoque de género y de sostenibilidad medioambiental. Estos programas, diseñados en alianza con ONU Medio Ambiente entre otros organismos internacionales de desarrollo, incluyen capacitación técnica para ayudar a los agricultores a ser más eficientes y preservar el planeta. Como indica la FAO, la agricultura sostenible no solo reduce la contaminación, también puede mejorar en un 40% los ingresos de los agricultores.
Aunque ellos son mayoría, ellas están más comprometidas con el medio ambiente: “el campo sigue siendo de los hombres, pero ellas están liderando la acción climática, por ser las que se ocupan del cuidado de la familia, y también de los recursos naturales”, afirma la responsable de Empoderamiento de la Mujer de la FMBBVA, Laura Fernández Lord. Así lo reflejan los datos de medición social de la Fundación: en República Dominicana, en torno al 14% de las agricultoras accede al crédito verde, frente a solo un 7% de los hombres.
Ejemplo de ello es la agricultora Sandra Mendoza, a la que atiende la FMBBVA en Colombia, que lidera una asociación cafetera de su comunidad en la que todos son hombres. Ella es la primera mujer en utilizar fertilizante natural para abonar sus campos y está allanando el camino para que otros –y otras– sigan su ejemplo.