Rut Pelaiza: «Mi mayor motivación es precisamente poder motivar a los demás»

La vida de Rut Pelaiza ha dado un giro de 180 grados en los últimos años. Natural de Abancay (Perú) y madre de tres hijas, hoy asegura estar “muy feliz” viviendo una etapa de su vida muy distinta a la de tiempos pasados.

Rut en compañía de sus hijas y las emprendedoras a las que atiende

Rut trabaja como asesora en Financiera Confianza desde el año 2012. Cuando optó a este puesto de trabajo, tenía claro que trabajar para la entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA en Perú, podría ser una gran oportunidad para superar sus dificultades personales. Después de haber sido abandonada por su marido años atrás, se vio obligada a sacar adelante a sus hijas completamente sola sin ni siquiera un techo donde vivir, ni ingresos con los que subsistir. Sus hijas fueron su fuerza; esto y sus inmensas ganas de progresar le llevaron a hacer el resto: confiar en sí misma e intentarlo.

“Empecé a estar más feliz y con ganas de trabajar. Me dije: yo sí puedo”

“Había cantidad de jóvenes universitarios. Yo era la única mujer mayor y pensé que no iba a entrar. Pero me llamaron de Lima y me dijeron que había pasado. Hasta ese momento siempre me había sentido desvalorada, porque mi esposo me solía decir que no valía nada y que era lo peor para él. Toda su familia me decía lo mismo”. Sin embargo, desde ese momento, su situación comenzó a cambiar. “Empecé a estar más feliz y con ganas de trabajar. Me dije: yo sí puedo”, asegura Rut, quien amablemente nos concede esta entrevista para contarnos su vida actual.

Rut trabaja en un programa de la entidad, en el que asesores como ella llegan a pie, en bus o en coche hasta las zonas más remotas del país, para capacitar y ofrecer educación financiera a quienes más lo necesitan. Muchos de los clientes (el 25%) vive en zonas rurales y en lugares donde el acceso suele ser complicado. Además, la mitad de los emprendedores atendidos por Financiera Confianza son mujeres, en su mayoría vulnerables y excluidas de los servicios financieros formales.

Gente como esta asesora centra sus esfuerzos en atender y ayudar a las personas excluidas para que puedan salir adelante con la formación que necesitan e impulsar así sus negocios. Cuando trabajaba en ‘Ahorro Para Todos’, unas simples muñecas de trapo bastaban a Rut para explicar a mujeres analfabetas y en su lengua, el quechua, los beneficios del ahorro y la importancia de gestionar bien el dinero, por poco que se tenga.

 

 

Hoy, Rut mira hacia adelante. Tiene ganas de seguir creciendo y, sobre todo, de alcanzar las metas que continuamente se propone. Unas metas, que espera alcanzar de la mano de la FMBBVA.

Su inspiradora historia y su enorme coraje llevaron el pasado 15 de septiembre a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a otorgarle una Mención de Honor en la categoría de relatos de vida del concurso regional ‘Historias de Mujeres Rurales en América Latina y el Caribe’. Su caso, seleccionado entre 244 testimonios de 18 países de la región, destaca por la fuerza con la que ha logrado mejorar sus condiciones de vida y las de sus hijas, así como por ayudar cada día a tantas personas que viven situaciones económicas difíciles.

A pesar de las dificultades, Rut es feliz teniendo dos cosas fundamentales en su vida: sus hijas y su trabajo. Sueña con muchas cosas, pero sobre todo con la felicidad y el bienestar de quienes le rodean.