Actualidad

Grupos de ahorro e inclusión financiera

FOMIN

El ahorro comunitario es una práctica financiera muy extendida en los países en desarrollo. Adopta diferentes nombres, como Grupos de Ahorro y Crédito (GACC) o VSLA –por sus siglas en inglés-, banca comunal, ROSCAS, TONTIN, etc., si bien, la metodología es muy similar.

Los GACC son grupos de personas que se organizan para generar un fondo común a partir de pequeñas aportaciones dinerarias, a través del cual pueden ahorrar, solicitar préstamos y acceder a un fondo social especial, creado por el mismo grupo para casos de emergencias. Es un modelo utilizado por personas que, en general, viven en zonas remotas, casi sin acceso al sistema financiero formal. Se trata de un modelo de microfinanzas que puede resultar insuficiente para los integrantes del grupo en un determinado momento de su actividad, y en este momento,  -cuando el sistema comunal resulta insuficiente para su crecimiento- las entidades financieras deben aproximarse para ofrecerles los servicios que puedan necesitar para su desarrollo productivo.

Esta publicación de FOMIN es una guía de recomendaciones para las entidades financieras que deseen llevar a cabo procesos de vinculación de Grupos de Ahorro y Crédito al sistema financiero formal.

Se trata de las lecciones aprendidas de los proyectos FOMIN “Generación de ingresos y finanzas rurales mediante grupos de la comunidad” y “Creación de un ecosistema rural de servicios financieros móviles inclusivos”, para los que se formaron 1.242 grupos de ahorro con 18.457 personas de 587 municipios de Colombia.

Una de las conclusiones del documento es que la metodología GACC es valorada muy positivamente por las comunidades rurales, puesto que es de fácil comprensión, se ajusta a sus necesidades y genera empoderamiento económico y social. Sin embargo, puede resultar insuficiente, por lo que se hace necesario acudir a otro tipo de actores del mercado.

Las entidades financieras saben que los GACC son una buena plataforma de educación financiera. En la mayoría de los casos, los miembros adquieren una disciplina de ahorro y capacidad de pago o nivel de ahorro. Ello, sumado a la información disponible en cuanto a necesidades, comportamiento de pago, morosidad, etc. supone una interesante oportunidad para las entidades que deseen desarrollar productos financieros y canales de distribución adecuados a la población de bajos ingresos.