editorial

De lo ineludible a lo sostenible

Concepción Blanco, Innovación Comercial de la Fundación

Hoy no parece que puedan albergarse dudas razonables sobre la existencia de un cambio climático global y de que éste constituye uno de los retos más cruciales a los que se enfrenta la humanidad por su extensa proyección sobre los más diversos aspectos de nuestra sociedad globalizada. Sus consecuencias son ya tangibles en el plano económico, social, geopolítico, demográfico, de la salud, etc.

La FMBBVA desempeña un papel protagonista como agente de progreso y motor de transformación de nuestra realidad

Con ocasión de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 22) celebrada en Marrakech en noviembre de 2016, el Banco Mundial dio a conocer el informe titulado Unbreakable: Building the Resilience of the Poor in the Face of Natural Disasters, en el que se afirma que el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos sobre la pobreza son mucho más devastadores de lo que se pensaba, provocando pérdidas anuales por valor de USD 520.000 millones en términos de consumo (60% más que las pérdidas de activos) e impidiendo a 26 millones de personas salir de la pobreza cada año.

Tampoco caben dudas sobre la incidencia de la actividad humana en la génesis y agravamiento de este fenómeno generalizado. En la comunidad científica se ha acuñado el término “Antropoceno” para definir la era actual, caracterizada por el intenso impacto de la actividad humana sobre el medio ambiente y los ecosistemas terrestres y su incidencia en la degradación de los equilibrios que los soportan.

La toma de conciencia sobre esta realidad ha movilizado a la comunidad internacional para diseñar actuaciones dirigidas a implementar un modelo alternativo de desarrollo sostenible dirigido a eliminar las consecuencias negativas que, para la salud del planeta y el bienestar de las generaciones venideras, tiene el modelo actual de desarrollo económico y social. El modelo de desarrollo sostenible (sustainable development) se apoya sobre un concepto integral de desarrollo, en el que se muestran inescindibles las diferentes facetas de la vida del ser humano.

Sociedad, economía y medio ambiente se funden en un modelo de desarrollo impulsado por Naciones Unidas en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible aprobada por la Asamblea General en 2015; considerada por muchos como el acta fundacional de un nuevo paradigma económico. Dicha Agenda impulsa una mirada transformadora dirigida a lograr la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 países miembros de las Naciones Unidas, en la que el objetivo del desarrollo sostenible se presenta como necesaria consecuencia de una ineludible armonización de tres elementos fundamentales: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente; factores estrechamente relacionados con el grado de bienestar de las personas y las sociedades. Con este fin, la Agenda precisa un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y de metas a alcanzar en las próximas décadas que nos acerquen a ese modelo de desarrollo sostenible e inclusivo, en el que la reducción de la pobreza y el cambio climático aparecen como fenómenos estrechamente interconectados.

Consciente de ese reto global y de la especial vulnerabilidad que presentan en este campo las áreas geográficas de América Latina en las que despliega su actividad, la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) se sumó tempranamente al nuevo modelo de finanzas sostenibles diseñando una Estrategia de Sostenibilidad que liga las soluciones microfinancieras de apoyo a las actividades productivas de nuestros clientes con patrones de negocio orientados hacia un crecimiento sostenible bajo en carbono, que proteja el capital natural, mejore la calidad y gobernanza ambiental, y logre un crecimiento resiliente que reduzca la vulnerabilidad frente a los riesgos naturales y al cambio climático.

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Concepción Blanco, Innovación Comercial de la Fundación

El impulso de dicha estrategia ha cristalizado en múltiples iniciativas promovidas por el Grupo de la FMBBVA, entre las que cobran especial relevancia los numerosos acuerdos y alianzas suscritos con reconocidas entidades y agencias de desarrollo. En esta línea se inscribe la alianza alcanzada con ONU Medio Ambiente (PNUMA) que ha permitido a Banco de las Microfinanzas, Bancamía en Colombia (desde 2011) y el Banco de Ahorro y Crédito Adopem en República Dominicana (desde 2018) desarrollar el programa Microfinanzas para la Adaptación basada en Ecosistemas (Microfinance for Ecosystems based Adaptation - MEbA), mediante el cual se proporciona a las poblaciones rurales vulnerables asesoramiento y asistencia técnica individualizados y productos y servicios específicos para facilitar la adaptación de sus actividades productivas a los imperativos medioambientales, mejorando así la fortaleza de la unidad productiva y su rendimiento. O los programas para la vivienda, como el producto “Eco Vivienda Adopem”, ideado para financiar, diseñar y promover la vivienda rural verde en República Dominicana en el marco del Programa Finanzas Rurales y Medio Ambiente (FRA), dentro del proyecto “Mejoramiento del valor social agregado a las Microfinanzas” patrocinado por Redcamif y Appui au Développement Autonome (ADA).

Mediante una oferta diversificada de productos de ahorro, crédito y seguros más “verdes”, nuestras entidades microfinancieras no sólo facilitan el acceso a tecnologías y procesos más eficientes que permitan un menor consumo de recursos, mayores ahorros y un incremento de la competitividad, sino que además contribuyen a transformar los hábitos y actitudes de las personas, las empresas y las comunidades a los que se dirige nuestra actividad, alineándose de este modo con los propósitos que inspiran los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas, actualmente en proceso de debate y aprobación.

En ese nuevo enfoque del desarrollo global, la FMBBVA desempeña un papel protagonista como agente de progreso y motor de transformación de nuestra realidad. Las microfinanzas tienen un potencial catalizador para la adaptación al cambio climático de los pequeños productores, porque acciones positivas de pequeña escala con ese objetivo pueden transformarse en un cambio positivo a gran escala sobre los grupos de población más desprotegidos y en mayor riesgo.

Como señaló el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon con ocasión del vigésimo aniversario de la Cumbre sobre el Desarrollo Social celebrada en Copenhague en 1995: “Podemos ser la primera generación en acabar con la pobreza global y la última generación en prevenir las peores consecuencias del calentamiento antes de que sea demasiado tarde”. No es posible superar con éxito un reto sin abordar el otro. Partiendo de esta premisa, en FMBBVA trabajamos para hacer realidad esa esperanza de un futuro mejor, promoviendo un modelo de desarrollo sostenible e inclusivo que “no deje a nadie atrás”.