La imagen de Jéssica Hernández, una joven emprendedora a la que atiende la Fundación Microfinanzas BBVA en Colombia, cargando con una lavadora sobre sus hombros dio la vuelta al mundo y todavía hoy es difícil de olvidar. Hasta su casa en Soacha, a 20 km de Bogotá, ha viajado el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, para ver cómo ha progresado la mujer que hace un año fue a las Naciones Unidas para poner voz al esfuerzo de los 1,2 millones de emprendedoras a las que atiende la Fundación en América Latina, que representan el 60% de los más de 2 millones de personas a las que apoya.
“Jéssica es un ejemplo de cómo el apoyo de la Fundación Microfinanzas BBVA contribuye a que personas como ella mejoren sus pequeños negocios”, ha asegurado el presidente de BBVA. La emprendedora colombiana ha aprovechado esta visita para enseñarle su taller de confección, que empezó hace poco más de un año y por el que sustituyó su negocio de alquiler de lavadoras por horas. También le ha contado cómo se ve en el futuro: “Me imagino estudiando, con un equipo de personas cosiendo conmigo, y dedicando más tiempo a mis hijos, porque esa carrera dura toda la vida”.
Según ha dicho, Bancamía, la entidad colombiana de la Fundación Microfinanzas BBVA, ha sido fundamental en este tiempo: “Vinieron a mi casa, vieron mis ingresos y gastos y me dijeron lo que podía pedir para no sobreendeudarme, cómo pagar las cuotas y cómo podía progresar”. Cuenta que cuando le otorgaron el crédito no se lo podía creer, porque es difícil conseguir apoyo “cuando eres mujer y cabeza de hogar”.
Mujeres como Jéssica están impulsando un verdadero cambio en la sociedad, empezando por la educación de sus hijos, que son el futuro de este país”
La determinación de Jéssica ha impresionado al presidente de BBVA, que ha señalado lo importante que es contar su historia, “para que otras emprendedoras como ella vean lo que pueden conseguir con el apoyo financiero adecuado, especialmente cuando casi el 60% de las mujeres colombianas ni siquiera tiene una cuenta corriente”. Según ha comentado, “mujeres como Jéssica están impulsando un verdadero cambio en la sociedad, empezando por la educación de sus hijos, que son el futuro de este país”.
Esa es precisamente la principal motivación de Jéssica, madre de cuatro hijos –menores de diez años–, que aprovecha el poco tiempo libre que tiene para formarse y seguir llevando a sus hijos al colegio y con el tiempo, a la universidad. Como ella misma dice, “la educación es la ventana al mundo”.