Fondo Esperanza participa en el foro de expertos sobre retos del emprendimiento en Chile

Dar visibilidad a un sector de emprendedores que necesitan de financiamiento y derribar el mito de que las personas con menos recursos son malos pagadores son algunos de los desafíos de las microfinanzas en Chile. Un panel de especialistas del país analizó esta compleja, pero alentadora, realidad en el marco del Festival Internacional de Innovación Social (FIIS) 2014 en el que ha participado Fondo Esperanza.

Millones de emprendedores son parte vital del engranaje económico de Chile. De hecho, representan el 46% de la fuerza productiva que mueve el país. Sin embargo, muchos de ellos encuentran obstáculos para desarrollar sus negocios.

Representantes de cinco instituciones que prestan un servicio financiero para quienes buscan un capital para invertir en sus negocios han analizado en el Festival Internacional de Innovación Social (FIIS) 2014 el panorama actual del sector microfinanciero.

El gerente general de Fondo Esperanza, Mario Pavón, aseguró la necesidad de romper varios prejuicios que giran en torno a estos emprendedores. “No es verdad que las personas con menos recursos sean malas pagadoras. En nuestra institución el 99% de nuestros clientes cumple sus compromisos de pago, por lo tanto podemos asegurar que sí cancelan”, explicó. Además, agregó: “Existe poca información de este sector y por esto algunas instituciones los ignoran”.

Por su parte, Emilio Vélez, gerente general de BancoEstado Microempresas, señaló que otra de las barreras que sufren los emprendedores es que el modelo de las instituciones que prestan servicios microfinancieros es muy costoso. Es decir, pocas organizaciones pueden ser viables en un escenario tan complejo y competitivo.

En este encuentro los expertos coincidieron en que una de las metas es generar un trabajo colaborativo entre las instituciones que prestan microcréditos productivos (Fondo Esperanza, BancoEstado Microempresas, Emprende Microfinanzas y Banigualdad) en Chile para alinearse y articularse de mejor forma. Además, se planteó la necesidad de que estas instituciones influyan en mayor medida en las políticas públicas, generando así un marco regulatorio en esta materia.