Erradicar la pobreza, un Objetivo que se aleja

18 octubre 2022

El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se conmemora sobre un telón de fondo sombrío, con un nivel de incertidumbre global provocado por la guerra en Ucrania y una situación económica desencadenada, entre otras razones, por los retos de la recuperación post-pandemia. A solo ocho años del “plazo de entrega” de la Agenda 2030, el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), erradicar la pobreza, no está avanzando, sino todo lo contrario.

Según un informe de las Naciones Unidas (ONU), se calcula que hasta 676 millones de personas viven en  pobreza extrema en todo el mundo, casi 100 millones más que la proyección anterior a la pandemia.

Antes del COVID, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimaba que 72 países estaban reduciendo la pobreza. Sin embargo, según el último informe de la misma agencia de la ONU, se está evidenciando un retroceso en más del 90% de los países, en particular en las regiones de América Latina, el Caribe, el África subsahariana y el sur de Asia.

Múltiples factores se podrían alinear creando una ‘tormenta perfecta’

En América Latina, tras la vuelta a la normalidad, la región registró un repunte esperanzador del 6,3% del PIB en 2021. Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco Mundial, frente al panorama complejo que se presenta desde principios de este año, estiman que la región solo va a alcanzar un promedio de crecimiento del 1,8% en 2023 y un 2,3% en 2024. Consecuentemente, la pobreza en la región va in crescendo con un aumento de un 33,7% y un 14,9% en el caso de la pobreza extrema.

“En los próximos años, en América Latina nos movemos hacia un escenario de menor crecimiento económico y menores capacidades de los países para impulsar políticas fiscales compensatorias de los impactos en este escenario; lo que son malas noticias o el presagio de una tormenta perfecta para aquellos que están en pobreza o cerca de caer en ella”, ha señalado Giovanni di Placido, director de Estudios y Análisis de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA).

América Latina: de lo macro a lo micro

A finales de 2021 y principios de este año, parecía que los más perjudicados por la pandemia, los más pobres y económicamente vulnerables, estaban logrando salir adelante. Sin embargo, según el Banco Mundial, la inflación, situada en un promedio del 8,1% en la región, y la subida de las tasas de interés para contrarrestarla, han supuesto un nuevo retroceso para estos segmentos. El alza de precios de las materias primas y del combustible, incluyendo la canasta básica de consumo, ha hecho que millones de personas se vean asfixiadas económicamente.

Lago Titicaca, Perú

Mujeres en Puno, Perú

Según los datos del equipo de Research de la FMBBVA, se estima que de los aproximadamente 20 millones de personas que entraron en pobreza por la pandemia, apenas 7 millones han logrado volver a superar ese umbral al cierre de 2022. Lo más preocupante de este proceso ha sido el incremento de la pobreza extrema.

Aproximadamente 42 de cada 100 pobres están en esa condición, lo que significa que no pueden cubrir sus necesidades básicas de alimentación, situación que tiende a empeorar por la fuerte inflación de los alimentos.

Según un informe del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), un 30% de los latinoamericanos puede subsistir sin ingresos entre uno y menos de tres meses, un 25% solo un mes y los ahorros del 15% solo dan para cubrir una semana.

El cambio climático en la región también está desencadenado serios problemas; el Banco Mundial estima que casi 6 millones de personas podrían caer en pobreza extrema de aquí a 2030 y 17 millones podrían verse obligados a abandonar sus hogares.

Adicionalmente, muchos jóvenes con pocos recursos se enfrentan a otro reto: la pérdida del 12% del total de ingresos a lo largo de sus vidas que les ha podido suponer perder 1,5 años de aprendizaje de media por culpa de la pandemia y las restricciones de movilidad, según los análisis del Banco Mundial.

Mujer peruana

Precisamente la Fundación Microfinanzas BBVA, -que en sus 15 años de actividad ha atendido a más de 6 millones de emprendedores de estos segmentos pobres y vulnerables en cinco países en América Latina: Colombia, Perú, República Dominicana, Chile y Panamá-, continúa firme en su propósito de apoyar sus negocios para que progresen económicamente y mejoren sus vidas.

La mayoría de ellos vieron sus ingresos afectados por la pandemia, pero el 84% logró recuperarse en alguna medida. Hoy, muchos vuelven a verse perjudicados por la inestabilidad en la región. La volatilidad de sus ingresos ha aumentado; el número de emprendedores que ha cruzado la línea de pobreza más de una vez, se ha incrementado.

Transformando los datos en conocimiento y el conocimiento en soluciones

Según el nuevo informe publicado por el PNUD y Oxford Poverty Initiative and Human Index (OPHI), en el marco del Día de la Erradicación de la Pobreza, 1.200 millones de personas de 111 países en desarrollo viven en situación de pobreza multidimensional aguda. Una cifra que se duplica si se define la pobreza como vivir con menos de 1,90 dólares al día. El informe utiliza una metodología desarrollada por OPHI, el Índice de la Pobreza Multidimensional, y mide una serie de indicadores, desde el acceso a la educación y la salud, hasta las condiciones de la vivienda, el agua potable, el saneamiento y la electricidad.

Recientemente, la FMBBVA publicó su informe anual de desempeño social que incluía un estudio sobre las carencias de sus clientes, elaborado también con OPHI, de la Universidad de Oxford, utilizando la misma metodología para profundizar en el conocimiento de los emprendedores a los que atiende y poder adaptar y crear productos y servicios específicos para hacer frente a esas barreras. Por ejemplo, en el 42% de los hogares de los clientes hay algún adulto que no ha ido a la escuela el número mínimo de años exigido. La mayoría de ellos es mayor de 40 años.

Por eso, la Fundación ha priorizado la educación financiera y, recientemente, la formación en habilidades digitales para los emprendedores. Un ejemplo serían los que digitalizaron sus negocios, que fueron capaces de transformarlos y aumentar sus ingresos. La digitalización ha demostrado que puede ser clave para la eficiencia, la apertura de nuevos mercados, el aumento de la competitividad y hacer frente a los imprevistos. El aumento de los excedentes ha permitido que tras dos años de relación con la FMBBVA, uno de cada tres emprendedores (de media) genere ingresos suficientes para salir de la pobreza.

Una fuente de oportunidades y recursos

En estos momentos, el mundo y América Latina, en particular, están atravesando una serie de crisis paralelas que están haciendo retroceder el crecimiento y la salida de pobreza en la región. Sin embargo, en América Latina existen decenas de recursos y oportunidades, como el desarrollo de energías renovables para hacer frente a los precios de los combustibles y al cambio climático y a la vez generar nuevos empleos. No es una tarea fácil, dado el contexto volátil y las tensiones geopolíticas, pero está claro que hay que frenar el aumento de la pobreza, promoviendo el crecimiento inclusivo y las políticas de protección.