El taller de Yamile Salazar no para ante el COVID-19: así se ha reinventado esta emprendedora de la FMBBVA

El taller de confección de ropa infantil de Yamile Salazar ya no es el mismo que hace unos meses. Se mantiene, eso sí, el espíritu de superación que esta emprendedora colombiana le pone a los retos que se le presentan en la vida. De modo que, donde antes se guardaban vestidos y camisetas infantiles, ahora se almacenan mascarillas.

Yamile es una de los millones de personas emprendedoras de todo el mundo que han tenido que reinventarse debido a la pandemia. “Hemos tenido que usar recursos diferentes porque el mercado de la venta de ropa estaba parado, y, además, teníamos que ayudar a las mujeres que habitualmente trabajan con nosotros”, explica.

Para ella, esas 90 mujeres son mucho más que sus empleadas, son madres cabeza de familia que compaginan el cuidado de sus hijos con los diseños que cosen desde casa. Por eso, Yamile no podría definir mejor su taller de confección: “más que un negocio es una labor social”, señala.

Una vez más, esta emprendedora ha demostrado su capacidad de superación con la llegada del COVID-19. “A veces los momentos más difíciles son los que nos empujan a cosas mucho más grandes. Tenemos que buscar la manera de encontrar recursos para poder apoyar al mundo entero con nuestra labor”, afirma.

Fue ese empuje para superar las adversidades lo que le permitió transformar hace ya unos meses su taller de ropa en una fábrica de mascarillas. Aprovecha la tela que tenía guardada, para crear “tapabocas” -como se llama a las mascarillas en Colombia- de vivos colores y dibujos. Toda su producción cumple con las normas higiénico sanitarias que el gobierno colombiano ha establecido para este tipo de productos, y están confeccionadas con telas antifluídos. Yamile las vende a solo 700 pesos la unidad (unos 17 céntimos de euro), porque dice que es momento de “apoyar en la salida de esta crisis que el mundo está atravesando”.

“A veces los momentos más difíciles son los que nos empujan a cosas mucho más grandes. Tenemos que buscar la manera de encontrar recursos para poder apoyar al mundo entero con nuestra labor”

A todas las mujeres que como ella decidieron emprender, y que han tenido que empezar de nuevo debido al COVID-19, les manda desde su taller de Medellín “mucha fuerza y ánimo para vencer a este enemigo invisible”.

Está deseando que las máquinas de coser de su taller vuelvan a confeccionar ropa infantil, volver a ver de nuevo en las perchas de los mercadillos y puestos ambulantes su marca de ropa “Ángeles y Princesas”. Hasta entonces, volcará toda su creatividad en esas mascarillas, con las quiere “poner un poco de color y ver la vida con los ojos de la esperanza”.

                                                                                                            Cristina González del Pino, Comunicación FMBBVA