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Hoy se celebra el día mundial de la diversidad cultural para el diálogo y el desarrollo. Todos somos conscientes de que este último año ha supuesto un impacto transformador en las empresas. Especialmente en cómo nos relacionamos con nuestros compañeros, clientes y proveedores.
Gracias a la tecnología, nos hemos podido adaptar a las circunstancias, aunque esto también podría suponer que los colectivos más vulnerables se queden atrás.
Durante las crisis, la apuesta por la diversidad y la práctica de la inclusión han sido esenciales para desafiarnos a mirar los problemas de manera diferente y considerar cuestiones e impactos sociales y económicos que de otra manera no podríamos ver.
Este año, la Fundación Microfinanzas BBVA y sus seis entidades microfinancieras, con presencia en 5 países de Latinoamérica, han reforzado su compromiso con la diversidad y la inclusión.
Para ampliar el foco en diferentes direcciones, han firmado los Principios de respeto a la diversidad. Etnia, orientación sexual, colectivos vulnerables, discapacidades, raza, culturas y edad son algunas de las dimensiones con las que guiamos la inclusión en todas nuestras actividades, interna y externamente.
Cabe destacar que entre los más de 7.700 empleados hay 17 nacionalidades, cuatro generaciones diferentes, el 45% de los directivos son mujeres, y en más de la mitad de las entidades colaboran personas con algún tipo de discapacidad.
Estos Principios también son la base de la relación con los 2,6 millones de emprendedores a los que atiende la Fundación, como un elemento esencial para la inclusión, una de sus prioridades.
Somos conscientes de que todavía hay muchos retos por delante, especialmente porque los cambios generan nuevas necesidades. Pero también estamos seguros de que sumando todas las perspectivas de nuestros equipos vamos a estar en una mejor situación para afrontarlos y proveer mejores servicios y productos para los emprendedores a los que atendemos. Si algo tenemos todos en común, es que todos somos diferentes.