Día Mundial de los Refugiados: Esperanza ante un futuro incierto

20 junio 2018 // Karessa Ramos
Fundación Microfinanzas BBVA
Microserfin

¿Te imaginas tener que dejar toda una vida atrás en busca de otra más segura y prometedora, no solo para ti, sino sobre todo para tus hijos? ¿Te imaginas el coraje que se necesita para reconstruirla en un sitio desconocido, con un futuro incierto? Estas preguntas, hipotéticas para nosotros, son la realidad de más de 65,6 millones de personas en todo el mundo que se han visto obligadas a huir de sus países para sobrevivir.

Las recientes noticias en torno al rescate del buque Aquarius han puesto en evidencia una de las grandes asignaturas pendientes de la humanidad: proteger y ayudar a los refugiados. 630 personas de 31 nacionalidades acaban de ser rescatadas en las aguas de Libia. Un rescate que les ha salvado la vida pero que certifica la pérdida de su hogar, sus familiares y su trabajo.

Consciente de la vulnerabilidad de estas personas, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), creada en diciembre de 1950 por la Asamblea General de ONU, dirige y coordina la acción internacional a favor de las personas refugiadas. Poco después, la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados del año 1951 y su protocolo de 1967 fueron creados para establecer las pautas que les protejan y les apoyen, además de garantizar su derecho a pedir asilo, a regresar a sus hogares de forma voluntaria, o a integrarse en otro país.

La Fundación Microfinanzas BBVA, a través de su entidad panameña, trabaja con Acnur y la Cruz Roja para acercar oportunidades a los refugiados emprendedores. Este compromiso les facilita el acceso a microcréditos y a capacitación para poder salir adelante, a través del emprendimiento, y así mitigar su vulnerabilidad.

Silvana* y Laidy Garay son refugiadas que salieron de Colombia y Honduras respectivamente para huir de la violencia y la inseguridad, y encontraron en Panamá la oportunidad de continuar forjando un futuro para ellas y sus familias.

Silvana formaba parte de un grupo de docentes que enseñaba a personas sin recursos en las zonas rurales, para evitar que los menores fueran reclutados como niños soldados. Ni la desaparición de sus compañeros ni los explosivos en las aulas consiguieron sacarla de allí. Pero finalmente, tras haber escapado de un asalto de la banda criminal Águilas Negras, tuvo que irse del país.

En el caso de Laidy, ella solicitó refugió cuando decidió huir de Honduras por la inseguridad en la que vivía. Sus comienzos no fueron fáciles, ya que al principio vivía en un cuarto pequeño y de construcción inestable, donde montó su taller de costura.

He ido creciendo, debido al trabajo que he hecho, con los fondos que Microserfin me ha facilitado”- Laidy Garay, emprendedora de la entidad de la Fundación en Panamá

Ambas emprendedoras han perdido todo menos la esperanza, que día tras día, les inspira a emprender y luchar ya no solo por sobrevivir, sino por progresar.  

Según la ONU, 24 personas por minuto dejan toda su vida atrás para huir de la guerra, la persecución o el terror. Son personas a las que se les da el estatus de desplazadas, apátridas, refugiadas…  pero que tienen dos cosas en común: la valentía para huir del peligro y la necesidad de ayuda para poder llevar una vida digna.

*Nombre ficticio para proteger su identidad