Bancamía
Financiera Confianza
Banco Adopem
Fondo Esperanza
Microserfin
Cada 15 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural, una fecha que pone de relieve el papel fundamental de las mujeres que viven en estas zonas y su contribución a la economía y la sociedad.
La Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) atiende a 3 millones de emprendedores en cinco países de América Latina de los que 1,7 millones son mujeres. Un tercio de estas mujeres vive en zonas rurales. Apoyarlas con servicios financieros, formación y asesoramiento es fundamental para que progresen. La Fundación, a través de sus cinco entidades, lleva a cabo iniciativas y proyectos que contribuyen a su empoderamiento económico y social.
En Colombia, Bancamía, entidad de la FMBBVA en el país, atiende a más de 271.000 mujeres rurales. Un 29% de esas mujeres son cabeza de familia que se dedican a la ganadería, la agricultura y la gestión de pequeños comercios. Es el caso de Sonia Evangelista Medina, procedente de Inírida, municipio de la selva colombiana. Desde hace años, cultiva piñas y yucas que comercializa en poblaciones cercanas. Gracias al apoyo de Bancamía, Sonia obtuvo un préstamo con el que expandir sus cultivos: «Tener una relación de confianza con el banco me ha permitido buscar nuevos caminos para seguir progresando», afirma Sonia.
Lo mismo le sucedió a Ofelina González, una microempresaria panameña que se convirtió en gestora de innovación en procesos agrícolas y promotora sostenible gracias a la financiación de Microserfin, entidad de la FMBBVA en Panamá. Sus comienzos como emprendedora no fueron fáciles pero hoy se siente feliz con su proyecto: “En época de lluvias, los caminos de tierra por los que debía transitar para llegar hasta mis clientes eran impracticables y cualquier gestión era muy complicada pero conseguí superar las dificultades y gracias a mi emprendimiento mi hijo ha podido estudiar Ingeniería”.
Las dificultades tampoco detuvieron a la emprendedora Carmen Soto de 75 años, procedente de la localidad peruana de Pedregal, en Arequipa. Su pasión siempre ha sido la agricultura y ha dedicado su vida al cultivo de la tierra. Después de perder una cosecha de patatas que le ocasionó grandes perjuicios acudió a Financiera Confianza, entidad peruana de la Fundación Microfinanzas BBVA en busca de apoyo. Gracias a un préstamo, volvió a sembrar maíz y quinoa y su negocio está creciendo: “En la agricultura no tenemos horarios ni feriados, todos los días son iguales, no hay descanso. Sin embargo, el campo nos da libertad y satisfacción”, asegura. En Perú, Financiera Confianza ha apoyado a más de 40.000 mujeres como Carmen en zonas rurales.
Carmen Soto, emprendedora peruana de Financiera Confianza
Verónica Contreras tampoco cambiaría su profesión por nada del mundo : “Mi vida siempre ha girado en torno a la naturaleza. Eso me mantiene joven y me permite ser libre”, asegura esta agricultora chilena de origen indígena. Al igual que su madre, trabajó como temporera hasta que decidió adquirir su propia plantación para poder conciliar y atender a sus hijos. Fue entonces cuando conoció a Fondo Esperanza, entidad chilena de la Fundación Microfinanzas BBVA, y junto con otras mujeres crearon el primer banco comunal de su zona. Verónica ha tenido que superar muchos obstáculos pero anima a las mujeres jóvenes a que emprendan en el campo: “El emprendimiento les permitirá llevar una nueva vida, crear y aportar a la economía del hogar. Cultivar la tierra es renacer”, dice.
Verónica Contreras, emprendedora chilena de Fondo Esperanza
La situación de las mujeres rurales en República Dominicana es muy similar a la de sus homólogas en otros países de la región. Las brechas de género, digital y económica, el desempleo , la falta de oportunidades y de conectividad son obstáculos comunes para las mujeres rurales de todo el mundo. Banco Adopem, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, diseña productos específicos para tratar de suavizarlas y atender sus necesidades. El 65% de su cartera de crédito está formada por mujeres, y en 2023, el 40% de las nuevas clientas vivían en zonas rurales.
Las historias de Sonia, Ofelina, Carmen y Verónica son las de muchas mujeres rurales en todo el mundo. Ellas demuestran el impacto positivo que la inclusión financiera tiene en sus vidas y comunidades. Este 15 de octubre, mientras celebramos el Día Internacional de la Mujer Rural, es fundamental reconocer su labor, promover su empoderamiento y asegurar que sigan teniendo acceso a los recursos que necesitan para prosperar. La igualdad de género en la agricultura eliminaría el hambre de 45 millones de personas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), pero menos del 15% de los propietarios de tierras en todo el mundo son mujeres, tal y como señala la ONU. En un mundo donde las desigualdades persisten, su fuerza y determinación son una luz de esperanza para el futuro del mundo rural más justo e inclusivo.
