4.000 asesores que impulsan el desarrollo en América Latina

A diario, más de 4.000 asesores de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) recorren caminos de tierra, cruzan pueblos apartados, llaman a puertas que nunca antes se habían abierto a un crédito o a una capacitación financiera. No llevan corbata ni trabajan desde grandes oficinas. Lo suyo se parece más al terreno que pisan: real y cercano.

Están presentes en los cinco países de América Latina —Perú, Colombia, República Dominicana, Panamá y Chile—, donde están las entidades que forman el grupo FMBBVA. Y aunque sus historias son distintas, hay algo que los une: su compromiso con los más vulnerables. Personas que emprenden con lo poco que tienen, pero que con apoyo, orientación y acceso a servicios financieros sostenibles pueden mejorar sus vidas.

Un trabajo que cambia vidas 

Marina Calderón es uno de esos rostros que definen bien lo que significa ser asesor en la FMBBVA. Hace casi 20 años que comenzó a trabajar en una oficina en Trujillo, Perú, y desde entonces no ha dejado de crecer profesionalmente. Empezó como ejecutiva de servicios, luego promotora de negocios, jefa de atención al cliente, responsable zonal y hoy lidera la unidad de corresponsales en Financiera Confianza, entidad peruana de la Fundación. Su trayectoria no solo habla de esfuerzo, también de oportunidades reales de desarrollo dentro de la organización .

Gracias a su trabajo, Marina pudo estudiar una maestría, capacitarse en microfinanzas y apoyar a su familia. También remodeló la casa de sus padres y compró su propia casa. Pero más allá de lo personal, lo que la mueve es saber que su esfuerzo ha contribuido a que otras personas, como los emprendedores a quienes atiende cada día, tengan acceso a un futuro más digno: “Las relaciones que se construyen con los emprendedores son muy fuertes. Aquí se trabaja con personas, con historias, no con cifras”, explica.

Acompañamiento que transforma

La historia de Yaneth Araúz es sinónimo de constancia. Empezó hace 25 años en Microserfin, entidad panameña de la Fundación, y ha recorrido cada etapa de acompañamiento a los emprendedores que hace la entidad. Fue asesora, jefa de oficina y hoy es gerente regional. Le tocó abrir nuevas sucursales, conocer a cientos de clientes y ver negocios que empezaron en una esquina convertirse en empresas familiares con estructura, empleados y futuro. “Conozco a mis clientes. Sé cómo viven, cuáles son sus retos, y también sus sueños”, dice. Para ella, ese vínculo humano es lo que da sentido a su labor. No es solo conceder un crédito. Es estar cerca, orientar, capacitar y estar ahí cuando las cosas no salen como se esperaba.

En su camino, Yaneth ha acompañado a personas en situaciones muy difíciles. Mujeres que sacaron adelante a sus hijos con un pequeño negocio, agricultores que apostaron por nuevas cosechas o comerciantes que reinventaron su negocio tras la pandemia. Todas esas historias forman parte de su propio recorrido profesional.

Disciplina y vocación de servicio

En República Dominicana, Fermín Marte forma parte del Banco Adopem desde 2019. En poco tiempo, logró transformar carteras de crédito con alta morosidad en ejemplos de gestión y eficiencia. Lo hizo con disciplina, seguimiento constante y una convicción: que cada cliente necesita una guía para avanzar, no solo un préstamo .

Fermín destaca cómo la institución le ha proporcionado herramientas para que los emprendedores puedan crecer: capacitación continua, apoyo de sus superiores y espacio para demostrar resultados. Hoy es uno de los asesores más reconocidos del banco, con el mayor número de créditos colocados para pequeñas empresas en su región. Pero lo que más valora es el poder ayudar a personas vulnerables: “Ver la cara de felicidad de un cliente que pone en marcha su negocio gracias al apoyo recibido, eso no tiene precio”, afirma.

El día a día de quienes están en el terreno

Ser asesor en la FMBBVA no es un trabajo de escritorio. Es salir a la calle, caminar por los barrios, visitar comunidades rurales, conversar con personas excluidas del sistema financiero. Es entender sus necesidades, recoger información, proponer soluciones y acompañarlos en el proceso.

Asesor de Bancamia se dirige a visitar a un emprendedor

Tal y como recoge el último Informe de Impacto de la Fundación, este modelo personalizado permite llegar a más de 3 millones de personas en situación de vulnerabilidad. La mayoría son mujeres, muchas de ellas cabezas de hogar. Los asesores son el vínculo entre estas personas y los servicios financieros que nunca antes habían tenido: un crédito adaptado a su realidad, una cuenta de ahorro, un seguro o una capacitación. Los emprendedores no están solos; tienen a su asesor o asesora al lado, explicándoles cada paso, acompañando sus decisiones y creyendo en su potencial.

Una red humana que construye desarrollo

Lo que mueve a esta red de más de 4.000 asesores no es solo su salario ni los reconocimientos internos. Es la posibilidad real de ser parte de una transformación tangible. Son profesionales que han encontrado en la FMBBVA no solo un lugar de trabajo, sino un espacio donde su vocación de ayudar se materializa. Hay quienes, como Marina o Yaneth, han hecho toda su carrera dentro de la organización. Otros, como Fermín, han encontrado un trampolín para desarrollarse y liderar desde el ejemplo. Pero todos tienen algo en común: creen en lo que hacen, sobre todo en las personas que atienden y entienden el poder de una oportunidad bien acompañada.

Asesor de Bancamia junto a un emprendedor

La Fundación Microfinanzas BBVA no sería lo que es sin ellos. Los datos pueden hablar de millones de clientes, de inclusión financiera o de reducción de la pobreza, pero detrás de cada número hay una historia, un rostro, una visita al campo, una charla de confianza. Y todo eso comienza con un asesor.