editorial

Progreso ante la tercera revolución microfinanciera

Manuel Méndez del Río Piovich, Presidente de la Fundación Microfinanzas BBVA

 La publicación digital Progreso, es una iniciativa del Grupo de la Fundación BBVA para las Microfinanzas con la que se pretende informar de forma periódica sobre la regulación que afecta al sector microfinanciero. Nuestro objetivo es reunir en esta publicación, la regulación, jurisprudencia, informes  y noticias legales más relevantes a nivel global. Todo ello, con la finalidad de facilitar la  revelación de  tendencias y orientaciones, que faciliten a los actores de la industria, la adopción de decisiones que apoyen de forma decidida el crecimiento sano del sector y la lucha contra la pobreza.

Nuestro objetivo es reunir en esta publicación, la regulación, jurisprudencia, informes y noticias legales más relevantes a nivel global

 Podemos situar los primeros intentos de generar una industria microcrediticia a mediados del siglo XX, mediante la puesta en marcha de programas canalizados a través de instituciones públicas nacionales, con el apoyo de agencias multilaterales. Desafortunadamente, estas iniciativas, esencialmente asimétricas, demostraron grandes limitaciones para fomentar la capacidad productiva y emprendedora de los individuos.

Estas limitaciones abocaron a una reflexión sobre las posibilidades de utilizar las palancas del mercado como mecanismo de ayuda a aquellas personas pobres, capaces de concebir e implementar una actividad productiva sostenible. En definitiva, utilizar una vía comercial capaz de generar recursos suficientes como para autofinanciarse y poder proveer de servicios financieros continuadamente a la población excluida de las finanzas formales.

Este planteamiento dio lugar a una verdadera revolución en la filosofía de la lucha contra la pobreza: la revolución microfinanciera. Revolución que algunos autores llamaron la democratización financiera.

A lo largo de los años 70 y 80 del pasado siglo, las microfinanzas van tomando cuerpo de la mano de entidades sin ánimo de lucro, ONG´s que ven expandir su actividad de forma notable. A partir de estas bases, una industria incipiente comienza a consolidarse a su alrededor, en lo que algunos autores llaman la segunda revolución microfinanciera, que madura en la década de los 90 y que se caracteriza por una mejora sustancial de sus procedimientos, así como por la progresiva entrada de nuevos actores.

En la segunda década del siglo XXI, la industria microfinanciera ha alcanzado una notable complejidad y un grado de profesionalización impensable hace unos años, y lo más importante: una significativa expansión, aunque todavía solo ha podido llegar a una parte muy minoritaria de la población pobre. Si bien, hoy en día, es verdad que las cifras de clientes del sector microfinanciero distan de ser testimoniales, todavía se cubre una proporción claramente exigua de la población pobre, y para que sus aportaciones puedan ser significativas, el sector ha de crecer radicalmente y ganar escalabilidad de forma exponencial.

El Grupo de la FMBBVA, está convencido que las microfinanzas se encuentran en una situación idónea para configurarse en un motor determinante del desarrollo de la sociedad, gracias a la experiencia acumulada, los logros conseguidos y su capacidad patente y latente de afrontar los desafíos.

En este contexto, la Fundación BBVA para las Microfinanzas quiere ser  referente, en lo que me atrevo a llamar la tercera revolución microfinanciera. La Fundación a través de este publicación digital, pretende actuar en dos vertientes que pueden permitir una expansión eficiente del sector: por un lado, reflejando la regulación más significativa y detectando las tendencias a las que se somete a la entidades microfinancieras; y por otro, divulgando los principios de Buen Gobierno Corporativo de forma que se extienda una cultura de transparencia y formalidad a toda la industria.

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Progreso pretende ayudar a remover obstáculos institucionales que, o bien afectan a la totalidad del mercado y a las Entidades Microfinancieras, tales como: ineficiente protección de derechos jurídicos, carencia de normas de ejecución de garantías, deficiencias del sistema judicial, etc.; o bien, específicamente al sector: insuficientes o inadecuados registros de crédito, la inexistencia de una regulación específica, etc.

Progreso se ocupa igualmente de recoger los avances que vayan apareciendo en Gobierno Corporativo. En la tercera revolución del sector, este punto tiene una influencia determinante para su crecimiento.

A pesar de los grandes avances que en Gobernanza ha impulsado la crisis financiera mundial, existe todavía una amplia mayoría de Entidades Microfinancieras, que presentan notables deficiencias en Gobierno Corporativo o aplican sistemas muy rudimentarios.

La evolución hacia sistemas de Gobierno Corporativo avanzados y homologables, es fundamental para el crecimiento del sector, ya que esta trasformación facilitará el acceso a fuentes de financiación privada, tanto en captación de ahorro como en la financiación bancaria, y en la de los restantes mercados de capital.

La Fundación BBVA para las Microfinanzas está tan convencida de la importancia del Gobierno Corporativo, que tiene adaptados en su seno los más altos estándares y, además, desarrolla Talleres de Formación en Buen Gobierno de las EMFs a directivos de entidades microfinancieras de forma totalmente altruista.

En definitiva, Progreso pretende facilitar una visión agrupada del conjunto de la normativa que afecta a las microfinanzas, que al carecer de un tratamiento propio, se ven afectadas por la aplicación de reglas inapropiadas, penalizadoras o distorsionadoras para su desarrollo como motor de progreso y desarrollo.

Al Grupo de la Fundación, le mueve 2.700 millones de razones, que son las personas excluidas de los sistemas financieros formales en el mundo, y especialmente los 250 millones localizados en América Latina. Por ello, la publicación digital que hoy inicia su andadura, busca focalizar la atención sobre el sector que tiene la mayor clientela potencial insatisfecha y la mayor capacidad de generar desarrollo, a través del emprendimiento de las clases excluidas de la economía formal.