entrevista

Julio Nishikawa, gerente del Programa de Empoderamiento Económico de la Mujer, Nutrición y Seguridad Alimentaria, CARE Perú

CARE, constituida hace más de 70 años y presente en 90 países, trabaja para erradicar la pobreza, salvar vidas y lograr la justicia social. Es una organización reconocida en todas partes por su compromiso inquebrantable a favor de la dignidad de las personas. En concreto, CARE Perú impulsa cuatro ejes de trabajo que reflejan los esfuerzos multidisciplinarios para alcanzar su meta y que responden a indicadores clave alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esos cuatro ejes son: Desarrollo e inclusión económica de las mujeres y Seguridad alimentaria; Inclusión social y poblaciones vulnerables; Cambio climático, Amazonía y Gestión de recursos hídricos; y Gestión de riesgos y respuesta a emergencias.

"La pandemia ha hecho evidentes las brechas digitales y financieras prevalentes en el mundo rural y periurbano, donde se encuentran los mayores índices de desigualdad y pobreza"

Julio Nishikawa es ingeniero agrónomo, magister en Gerencia Social (PUCP), estudios doctorales en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (UNFV), especializaciones y cursos en Gerencia de Marketing (ESAN), Competitividad de cadenas productivas (USAID), Evaluación del impacto y valoración ambiental (MEGAM-Canadá), Gestión de relaciones comunitarias y prevención de conflictos socio-ambientales (BS Grupo) y Responsabilidad social (Perú 2021). 

Cuenta con una amplia experiencia en el diseño, implementación y evaluación de programas y proyectos de desarrollo sostenible con la Cooperación Internacional y el Sector Corporativo, con enfoque de género y perspectiva intercultural, especialmente en temas relacionados con la inclusión económica y desarrollo productivo con enfoque territorial y ambiental.

CARE, como una organización internacional comprometida con la erradicación de la pobreza, tiene un foco muy marcado en el impulso a la igualdad de género. ¿Cuáles son las prioridades actuales? ¿Cómo han cambiado o evolucionado a raíz de la pandemia?

Definitivamente para nuestra organización, trabajar por el empoderamiento y la autonomía económica de las mujeres en situación de vulnerabilidad, es una de las apuestas estratégicas para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el Perú. Ellas son portadoras de los cambios transformacionales que se requieren para mejorar la calidad de vida en los hogares y comunidades, para contribuir de manera efectiva a la erradicación del hambre y la reducción de la pobreza.

En el marco de nuestro programa, las innovaciones en tecnologías digitales y financieras se presentan hoy como herramientas necesarias para facilitar un mayor acceso a las finanzas y, sobre todo, al desarrollo de competencias empresariales y productivas con enfoque de género. El contexto actual, influenciado por la crisis del COVID-19, nos ha llevado a desarrollar y aplicar diferentes soluciones digitales y métodos de entrenamiento virtual para posibilitar el acceso de mujeres emprendedoras a nuevas tecnologías, a mercados virtuales, a oportunidades de financiamiento e información relevante sobre las tendencias y oportunidades económicas accesibles para sus negocios. 

Sin duda, la pandemia ha hecho evidentes las brechas digitales y financieras prevalentes en el mundo rural y periurbano, donde se encuentran los mayores índices de desigualdad y pobreza y el acceso limitado a los servicios de apoyo financiero y no financiero. Desde CARE Perú nos hemos enfocado en avanzar hacia la inclusión digital y financiera, transitando desde mecanismos de capacitación y asistencia técnica presencial hacia el uso predominante de herramientas de comunicación digital. En esta experiencia, se han aplicado y desarrollado diferentes herramientas virtuales para potenciar habilidades empresariales a través de módulos de educación financiera. Este es el caso del aplicativo “Lista” para celulares y tablets, desarrollado por nuestro socio estratégico Fundación Capital, y ahora, en proceso, el desarrollo de nuevos aplicativos como el “Emprende App”, la plataforma “EmpreSara” y el “SkillEd”, todos ellos serán aplicados en nuestros programas de entrenamiento con enfoque de género. 

Asimismo se han activado diferentes canales de comunicación con mujeres emprendedoras a través de grupos de WhatsApp, Zoom, Facebook, tablets, mensajería móvil y llamadas telefónicas, así como la difusión de spots a través de radioemisoras locales y la difusión de flyers y materiales educativos impresos especialmente para llegar a aquellos hogares que no cuentan con acceso a Internet [1]. Estas acciones se vienen implementando a través de los diferentes proyectos del programa de empoderamiento económico de la mujer de CARE Perú y se realizan de manera articulada con diferentes actores públicos y privados en los territorios donde intervenimos.

Las mujeres juegan un papel fundamental en el desarrollo rural como guardianas de la tierra y garantes de la seguridad alimentaria. Sin embargo, aunque 60 millones de mujeres en América Latina producen el 80% de los alimentos de la región, solo el 30% de ellas es propietaria de la tierra y el 5% tiene acceso a los programas de asistencia técnica. ¿Podría resumir qué aspectos deben cambiar para acabar con estas brechas de acceso?

Durante las últimas décadas y particularmente durante la pandemia, estas y otras brechas asociadas, tales como el acceso al crédito formal y a la comercialización colectiva, se han ido acrecentando. Los cambios estructurales sobre la tenencia de la tierra y los esfuerzos por equiparar estas desigualdades son cada vez más complicados por el crecimiento demográfico acelerado, especialmente de las urbes donde cada vez más se reducen los espacios agrícolas. Esto se agrava aún más por los fenómenos de sucesión hereditaria de la propiedad agrícola, que genera atomización, debilita la agregación de oferta y privilegia a los hombres en la tenencia por encima de las mujeres. 

Durante la pandemia, se ha evidenciado que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado de las mujeres se ha incrementado de manera significativa como consecuencia del teletrabajo y la teleeducación aplicada en niñas y niños en edad escolar. Asimismo, las mujeres también se han visto muy afectadas por el incremento de la violencia doméstica y los efectos económicos adversos de la pandemia, especialmente por su mayor exposición al trabajo en entornos laborales inseguros. 

En esta tendencia, las soluciones deberían orientarse a propiciar condiciones igualitarias para el uso de los recursos productivos y el patrimonio familiar de manera justa y equitativa. La titularidad sobre el predio no debería ser una limitación para empoderar a las mujeres agricultoras. Tenemos ejemplos muy concretos de mujeres que rentan predios para producir y acceder al mercado de manera competitiva, mujeres que sin tener un título de propiedad sobre la tierra asumen el liderazgo y la conducción de las parcelas familiares con éxito.

Se ha visto que la oferta predominante del mercado financiero formal se concentra principalmente en el ámbito urbano y periurbano. Por tanto, otro desafío importante de la inclusión financiera es la necesidad de ampliar el acceso a los servicios financieros, así como a la asistencia técnica en las zonas rurales del país. Como también lo es expandir los programas de alfabetización financiera tanto por parte del estado como de las organizaciones no gubernamentales y el sector corporativo, con énfasis en el ahorro, la salud financiera y la comprensión e información sobre los diferentes servicios y productos financieros.

Es necesario también generar nuevos productos financieros de acuerdo con las necesidades específicas de las usuarias para diferentes rubros y realidades territoriales:

  • Con una alta flexibilidad frente a las limitaciones de la titularidad sobre la propiedad y la ausencia de garantías reales
  • Que superen las limitaciones asociadas al bajo nivel educativo, analfabetismo y requisitos muchas veces innecesarios
  • Que sean implementadas a través de alianzas estratégicas territoriales en el marco de actividades económicas y productivas viables. 

Así como desarrollar acciones de incidencia en políticas públicas que alienten y generen condiciones para una inclusión y educación financiera efectiva, facilitando el desarrollo de marcos normativos funcionales en territorios pobres y excluidos, y enfocados a la protección de los usuarios de servicios financieros, especialmente de las mujeres. Finalmente, promover el desarrollo de microseguros catastróficos para reducir el impacto económico de los riesgos climáticos adversos y de mercado a favor de los grupos con mayor vulnerabilidad.

Si hablamos concretamente de microfinanzas, recientemente  Financiera Confianza, la entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA en Perú, ha lanzado el producto Emprendiendo mujer, que incluye capacitación digital en educación financiera y gestión del negocio, diseñada por CARE Perú junto al Centro para el Crecimiento Inclusivo de Mastercard. ¿Qué valor añadido aportan estas aplicaciones a los productos financieros y por qué es tan importante este tipo de programas para el empoderamiento de la mujer?  

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Julio Nishikawa, gerente del Programa de Empoderamiento Económico de la Mujer, Nutrición y Seguridad Alimentaria, CARE Perú

El desarrollo e implementación de la educación financiera digital a través del aplicativo “Lista Express” desarrollado para celulares, contribuirá a afianzar la cultura financiera para mejorar el conocimiento respecto a los ahorros, el crédito y otros servicios. También busca mejorar las capacidades en la gestión de los micronegocios y la salud financiera a través de un proceso de edutainment (combina e integra elementos lúdicos y de entretenimiento) para ser aplicado por las usuarias de manera asincrónica.

Por otro lado, la plataforma de capacitación “EmpreSara”, tiene una contribución directa en la gestión empresarial y comercial del negocio, en tanto busca desarrollar capacidades en las usuarias para el ordenamiento de sus finanzas, la realización de un buen control y el seguimiento de la cadena de abastecimiento. Así serán capaces de revisar y ajustar la propuesta de valor para conseguir más clientes, con herramientas que permitan crear un plan comercial y de marketing efectivo.

En ambos casos, el uso de estas aplicaciones se potencia a través de los mentores del proyecto y el equipo de campo de Financiera Confianza para acompañar el proceso de aprendizaje interactivo. Esta alianza nos permite generar una mayor conciencia y cultura financiera para el uso sostenible de los productos que son hoy completamente accesibles para el segmento de mujeres emprendedoras y microempresarias, que es la población prioritaria de impacto que se busca empoderar.

Según Naciones Unidas, América Latina es una de las regiones del mundo más afectadas por los fenómenos naturales derivados del cambio climático, y las mujeres rurales son las más vulnerables a sufrir sus efectos. ¿Cuál cree que son las razones por las que el empoderamiento de estas mujeres reduce su vulnerabilidad ante los riesgos medioambientales? 

Los efectos del cambio climático ocasionan grandes impactos especialmente para las personas más pobres y vulnerables en los países en desarrollo, viéndose más afectadas las mujeres y las niñas. Esta situación se agrava cuando los niveles de pobreza y las desigualdades sociales en las comunidades son más altos, por eso se estima que el cambio climático podría adicionar 132 millones de personas pobres para el 2030, según el PNUD. Por estas razones, para CARE Perú es fundamental abordar la necesidad de fortalecer la resiliencia de las personas más pobres y vulnerables, especialmente mujeres y niñas, apoyándose en su capacidad de adaptación al cambio climático. 

Para conseguir este objetivo, estamos desplegando acciones para incrementar la resiliencia al cambio climático en colaboración con diferentes socios, involucrando a los diferentes actores y sectores público y privado mediante el desarrollo de acciones clave como:

  • La difusión de prácticas de adaptación al cambio climático y de mecanismos para la reducción del riesgo de desastres.
  • Promoviendo la agricultura agroecológica y climáticamente inteligente.
  • Promoviendo la conservación de los ecosistemas, la gestión integrada de los recursos naturales principalmente suelo, agua, aire y biodiversidad.
  • Promoción y uso de energía sostenible.
  • Mejora de los medios de vida y condiciones de habitabilidad de los hogares y el acceso a servicios financieros.   

Para nuestro equipo, trabajar por la resiliencia implica desarrollar capacidades para gestionar mejor los riesgos y hacer frente a las crisis ambientales y climáticas que influyen negativamente en la vida de las personas. Las mujeres, y especialmente las mujeres jóvenes, hoy en día juegan un rol importante en la protección de los recursos hídricos, en la alimentación y la nutrición. Son agentes de cambio que pueden contribuir a incrementar la cultura ambiental y hacer frente a la crisis del cambio climático. 

Desde nuestra experiencia institucional, las mujeres tienen la gran capacidad de liderar y adoptar nuevas técnicas agrícolas para sustentar la producción de alimentos, para acceder y manejar eficientemente los recursos naturales e incursionar en las finanzas verdes y tener una contribución importante en las decisiones del hogar que son fundamentales para mejorar la resiliencia y la calidad de vida de sus familias y comunidades.

También apostamos por fortalecer las capacidades de las mujeres para influir en políticas, lineamientos y regulaciones que permitan lograr cambios sostenibles en la gobernanza y la resiliencia al cambio climático. Para ello apoyamos a las mujeres en el aumento de su autoestima, liderazgo y habilidades de negociación para participar en espacios y plataformas de toma de decisiones. 

Uno de los enfoques institucionales de CARE Perú es la gobernabilidad inclusiva, ¿en qué medida impacta el buen gobierno de las instituciones en la promoción de la igualdad de género?

La gobernabilidad inclusiva es uno de nuestros enfoques principales para atacar las causas estructurales de la pobreza y la injusticia social. Esta se reproduce a partir de las relaciones desiguales de poder y la distribución inequitativa de los recursos y oportunidades económicas, que afecta principalmente a las mujeres y niñas en nuestro país. 

Nuestro trabajo en materia de gobernabilidad y gestión territorial se ha venido afianzando durante las últimas décadas. Estamos convencidos de la relevancia que tiene involucrar en nuestras intervenciones a los diferentes actores clave para maximizar el impacto, sensibilizando a nuestros socios y aliados sobre la importancia de la transversalización del enfoque de género en las acciones conjuntas que desarrollamos. Así estamos generando espacios de reflexión para avanzar en estrategias que conduzcan hacia el empoderamiento, la autonomía económica de las mujeres y la promoción de la responsabilidad compartida en los hogares. 

La brecha de acceso a iguales oportunidades económicas y el ejercicio de derechos entre mujeres y hombres aún es grande. Por eso, CARE Perú busca promover y participar en plataformas y espacios de diálogo en los tres niveles de gobierno, desde las instancias de articulación local y regional, los Concejos Regionales por la Igualdad de Género y diferentes instancias sectoriales para poner en agenda la implementación de acciones y prioridades que conduzcan hacia la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

Actualmente, a través de nuestro portafolio de proyectos apoyamos el esfuerzo de las mujeres para alcanzar el cumplimiento de sus derechos económicos, apoyándolas para incrementar su acceso a servicios financieros, propiciando condiciones para un trabajo digno y encaminándolas hacia el logro de su autonomía económica. Esto solo es posible trabajando en asocio y estableciendo alianzas estratégicas territoriales con organizaciones públicas y privadas que contribuyen a multiplicar el impacto.

[1] La base de datos del proyecto “Ella alimenta al mundo - SFtW Perú” indica que el 60% de los participantes del programa tienen teléfonos celulares y el 68% de ellos usan WhatsApp. Para llegar a este grupo, CARE desarrolló una serie de materiales informativos y tutoriales virtuales en el marco de la herramienta Farmer Field & Business School (FFBS), para seguir entrenando a las productoras y Productores en técnicas de producción y habilidades empresariales con enfoque de género.