entrevista
Wendy Teleki, Directora Secretariado Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras (We-Fi)
Wendy Teleki es la Directora del Secretariado de la Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras (We-Fi). Antes de unirse a We-Fi en 2019, trabajó en la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial centrada en el sector privado. En IFC, lideró iniciativas para ayudar a instituciones privadas y públicas en mercados emergentes a ampliar el financiamiento y el apoyo a pequeñas empresas y emprendedoras.
"Fortalecer la resiliencia de las pymes lideradas por mujeres requiere un enfoque integral que aborde tanto las necesidades financieras inmediatas como las barreras sistémicas"
Desarrolló programas para privatizar y fortalecer el sector de pequeñas empresas en Ucrania en la década de 1990, creó soluciones para PYMEs en Indonesia durante la crisis financiera asiática, lanzó ofertas innovadoras de financiamiento y asesoramiento para PYMEs y fue pionera en esfuerzos de financiamiento combinado.
Por su labor, en 2022 fue reconocida como una de las “50 mujeres mayores de 50 años en finanzas” por Forbes. Posee una Maestría en Economía Internacional de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de Johns Hopkins (SAIS) y un MBA en Finanzas de la Escuela Wharton de Negocios.
Acerca de We-Fi: La Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras (We-Fi) es una asociación innovadora alojada en el Banco Mundial que busca desbloquear financiamiento para empresas lideradas o propiedad de mujeres en países en desarrollo. Los socios de We-Fi incluyen 14 gobiernos donantes, seis bancos multilaterales de desarrollo como socios implementadores y numerosos actores del sector público y privado en todo el mundo. Hasta diciembre de 2024, los programas de We-Fi han beneficiado a casi 400.000 empresas lideradas por mujeres en 82 países y han facilitado más de 5.300 millones de dólares en financiamiento para estas empresas.
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Recientemente la Fundación Microfinanzas BBVA se adhirió al WE Finance Code, una iniciativa de The Women Entrepreneurs Finance Initiative (We-Fi) del Banco Mundial. Dicho esto, ¿Qué es el WE Finance Code y por qué es necesaria una iniciativa multiactor como esta que agrupa tanto a países como a organizaciones internacionales y del desarrollo?
El WE-Fi es una iniciativa innovadora que busca establecer unos principios y compromisos para mejorar el acceso de las mujeres a la financiación, especialmente para las emprendedoras. Ofrece una oportunidad única para que las instituciones financieras se comprometan a apoyar a las emprendedoras a través de tres pilares clave: designar un líder dentro de la organización para impulsar esfuerzos, recopilar y monitorear datos desglosados por sexo para rastrear el financiamiento para negocios liderados por mujeres, y tomar acciones concretas, como desarrollar productos adaptados o programas de capacitación que mejoren su preparación para recibir inversiones.
Como iniciativa de We-Fi, alojada en el Banco Mundial, el Código promueve la colaboración entre países, organizaciones internacionales, instituciones de desarrollo y actores del sector privado. Es más que un marco de referencia; es un catalizador de cambio sistémico que proporciona una hoja de ruta clara para que los firmantes alineen sus acciones con los objetivos globales para cerrar la brecha financiera de género.
El Código fue lanzado oficialmente en las Reuniones Anuales del Banco Mundial-FMI de 2023 en Marrakech, donde presidentes de seis bancos multilaterales de desarrollo firmaron una carta de apoyo. Este compromiso no solo es transformador, sino que también envía un contundente mensaje sobre la importancia de la rendición de cuentas y la colaboración entre sectores para superar las barreras sistémicas para financiar a las emprendedoras. Es inspirador ver el impulso que se está generando en torno a este tema crucial.
- Para ayudar a cerrar las brechas de género, el WE Finance Code ha determinado algunos compromisos al adherirse a la iniciativa. Dicho esto, ¿qué requieren las organizaciones del ecosistema financiero y los proveedores de servicios de este sector para adoptar el código?
Para adoptar el Código WE Finance de manera efectiva, las organizaciones deben comprometerse con la inclusión de género y estar dispuestas a implementar estrategias específicas. Como compromiso voluntario, el Código permite que los firmantes avancen a su propio ritmo, alineando sus esfuerzos con un marco más amplio para mejorar el acceso de las mujeres al financiamiento. Esta flexibilidad es clave, ya que permite que organizaciones con diferentes capacidades y recursos participen activamente.
Un requisito fundamental es el compromiso desde el más alto nivel de las organizaciones: las instituciones deben priorizar la igualdad de género desde las jerarquías más altas e integrarla en su cultura organizativa. Esto debe traducirse en acciones concretas, como la adopción de prácticas como los créditos con enfoques de género, el diseño de productos financieros dirigidos específicamente a emprendedoras y la implementación de programas de capacitación en la organización, que aborden sesgos inconscientes.
Además, las organizaciones necesitan sistemas sólidos de recopilación de datos para dar seguimiento al progreso de los compromisos y medir su impacto. El Código enfatiza un enfoque basado en la evidencia, que exige recopilar, analizar y utilizar eficazmente datos desagregados por género. La colaboración también es esencial: Alianzas con organizaciones de desarrollo, gobiernos y redes de negocios liderados por mujeres pueden amplificar los esfuerzos e impulsar la innovación.
Por último, las organizaciones del ecosistema financiero requieren acceso a mecanismos de financiación innovadores, como financiamiento mixto, garantías o instrumentos de reparto de riesgos para hacer más viable el apoyo a las mujeres emprendedoras. El carácter voluntario del Código fomenta la experimentación, la adaptación y el aprendizaje mutuo, creando un entorno dinámico donde las mejores prácticas pueden evolucionar y escalar.
- El código se publicó oficialmente en Octubre de 2023, desde su lanzamiento a día de hoy: ¿cuál ha sido su acogida y dónde se ha implementado?
La recepción ha sido muy positiva, y es impresionante cómo los actores de distintos sectores han reconocido su potencial transformador para abordar las inequidades persistentes en el acceso de las mujeres al sistema financiero. Desde su lanzamiento, el Código ha generado un gran impulso, con compromisos de instituciones financieras, gobiernos y organizaciones globales.
El Código está en marcha en casi 30 países, con pioneros como Indonesia, República Dominicana, Fiyi, Madagascar, Nigeria, Egipto y Mongolia, que ya han lanzado sus Códigos nacionales. Estos países están utilizando el Código para reforzar sus estrategias nacionales de inclusión financiera. Más allá del sector público, bancos privados en estos países se están uniendo activamente a la iniciativa, formando coaliciones nacionales para alinear sus prácticas con los principios del Código.
Organizaciones globales como ONU Mujeres, Standard Chartered, CARE y la Fundación Microfinanzas BBVA también se han unido a esta iniciativa, aportando su influencia y experiencia. Su participación ha amplificado la conciencia y la rendición de cuentas a nivel internacional. Los primeros resultados en los países piloto muestran que el Código está fomentando la innovación y la colaboración, con iniciativas emocionantes como programas de préstamo con perspectiva de género y plataformas digitales para emprendedoras que ya están tomando forma. Este impulso refleja un compromiso compartido para cerrar la brecha de género en el financiamiento y empoderar a las pymes lideradas por mujeres en diversas regiones.
- Son más de 20 países en donde se han puesto en marcha programas piloto de los códigos nacionales, que son los que sirven para llegar a esa mirada global según sus hallazgos e implementaciones en los países, ¿qué acciones pueden ser efectivas para apoyar la resiliencia de las MIPYMES lideradas por mujeres?
Fortalecer la resiliencia de las pymes lideradas por mujeres requiere un enfoque integral que aborde tanto las necesidades financieras inmediatas como las barreras sistémicas. Una herramienta clave es la financiación digital, que elimina obstáculos tradicionales como la necesidad de avales, que afecta desproporcionadamente a las mujeres. Al basar los criterios de préstamo en métricas alternativas como el flujo de caja del negocio o el historial de transacciones, la financiación digital no solo hace que el crédito sea más accesible e inclusivo, sino que también reduce la intimidación que muchas mujeres sienten al buscar financiamiento.
Otra intervención que ha demostrado ser efectiva son los bonos de género, que incentivan a las instituciones financieras a priorizar los préstamos a negocios liderados por mujeres. En países como República Dominicana, Bolivia, Brasil, Ecuador e Indonesia, estos bonos están ayudando a los bancos a alinear sus carteras con objetivos de igualdad de género. Es alentador ver cómo estos instrumentos generan incentivos financieros directos, transformando la manera en que los bancos abordan el crédito para mujeres y fomentando un entorno donde sus negocios puedan prosperar.
Los modelos de financiación mixta también son herramientas poderosas, combinando capital público y privado para reducir riesgos de inversión. Este enfoque es especialmente efectivo para cerrar las brechas financieras, utilizando fondos concesionales para hacer que las inversiones sean más atractivas a los inversores privados. Para las emprendedoras, esto significa acceso a recursos esenciales que les permiten escalar sus negocios de manera sostenible.
Finalmente, los programas de fortalecimiento de capacidades son cruciales. Servicios como mentorías, formación en educación financiera y oportunidades de "networking" no solo mejoran las habilidades de las emprendedoras, sino que también las conectan con mercados y cadenas de suministro, elementos esenciales para el crecimiento. En países en desarrollo, la integración de soluciones digitales—como banca móvil y plataformas de comercio electrónico—ha sido transformadora, proporcionando a las mujeres las herramientas necesarias para superar desafíos logísticos y de movilidad. Es inspirador ver cómo estas intervenciones están creando oportunidades reales para que las pymes lideradas por mujeres prosperen.
- Finalmente, uno de los componentes relevantes en el código es la recolección de esos datos nacionales que citamos anteriormente y globales. En este ámbito y de cara al futuro, ¿qué retos quedan por delante y cómo esperan que esos datos puedan ayudar a cerrar las brechas de financiación y a acelerar el crecimiento de las emprendedoras?
Uno de los mayores desafíos es la falta de datos desagregados por género. Sin datos precisos y detallados, resulta difícil diagnosticar la magnitud real de la brecha financiera de género, diseñar intervenciones específicas o medir el progreso. Además, los sesgos sistémicos en las instituciones financieras y las normas sociales profundamente arraigadas continúan limitando el acceso financiero de las mujeres, complicando aún más el panorama.
Sin embargo, los datos tienen el poder de transformar esta realidad. Al visibilizar las disparidades, impulsan la rendición de cuentas y respaldan políticas basadas en la evidencia. Por ejemplo, datos sobre las tasas de reembolso de los negocios liderados por mujeres—que en muchos mercados son más altas que las de sus contrapartes masculinas—pueden desafiar prejuicios existentes y fomentar más préstamos a emprendedoras. A nivel macro, estos datos ayudan a los gobiernos y organizaciones de desarrollo a identificar brechas en los servicios y asignar recursos de manera más eficiente.
En el futuro, avances tecnológicos como la inteligencia artificial y el blockchain ofrecerán importantes oportunidades para recopilar y analizar datos a una escala sin precedentes. No obstante, para aprovechar plenamente este potencial es crucial invertir en infraestructuras de datos y en la capacidad de su almacenamiento, especialmente en países en desarrollo. La colaboración entre actores también será esencial para estandarizar métricas y compartir conocimientos, garantizando que los datos recopilados se traduzcan en soluciones concretas. Con estos esfuerzos, los datos no solo cerrarán la brecha financiera de género, sino que también empoderarán a las pymes lideradas por mujeres para que se conviertan en motores de crecimiento económico y cambio social.